Parece que en el momento de redactar estas líneas se había conjurado el peligro de una retirada total de la publicidad de RTVE en el mes de septiembre próximo. Por supuesto que aún queda la tramitación parlamentaria, por lo que nada, ni siquiera esto, es seguro. Es una buena noticia y hay que aplaudir por ello a ambas partes, a las asociaciones publicitarias encabezadas por la AEA por haber aportado argumentos sólidos, y al Gobierno por escucharlos. Lo cierto es que, de haberse seguido adelante con la idea, la publicidad española se habría enfrentado a una crisis de grandes proporciones. A la ya tremenda repercusión de la recesión económica en los presupuestos, mucho más elevada que en la mayoría de los países de nuestro entorno a la que ya nos hemos referido aquí (Ver ANUNCIOS 18 de mayo), se le habría sumado la huida de muchos millones de euros (300 puede ser una referencia válida) que habrían dejado de invertirse. Y, aunque algunos no quieran verlo, hay una relación macroeconómica directa entre los dineros que las empresas especializadas gestionan (agencias, agencias de medios, productoras…) y los puestos de trabajo que son necesarios para ello. Y, si hablamos de algunos sectores, como el juguetero, el del cava o el turronero, que se juegan parte de sus resultados a la campaña navideña, podemos decir otro tanto. Menos inversión publicitaria (por falta de espacios o pérdida de rendimiento de los mismos), menos ventas, menos puestos de trabajo. Son ecuaciones muy simples que parece que por fin han calado en los responsables públicos.