El sitio de vídeos ha abandonado la gratuidad total que ha caracterizado el acceso a todos sus contenidos con la apertura el pasado miércoles de canales de pago. YouTube, que es propiedad de Google se dota a sí de un nueva fuente potencial de ingresos que se suma a la publicidad. En principio son treinta los canales de pago que se han estrenado, y sus temáticas incluyen deportes, música, fitness y películas, entre otros. La idea de YouTube es que todos sus content partners (generadores de contenido que tienen un  contrato con YouTube por el que comparten los ingresos publicitarios) puedan en su momento, si así lo desean, hacer que su canal sea de su pago. El número de estos content partners ronda actualmente un millón y YouTube también les dará libertad, en el caso de que decidan  pedir una suscripción proceder a sus contenidos, para incluir o no publicidad. La distribución de ingresos entre los generadores de contenidos y YouTube es del 55% y 45%, respectivamente.