Hubo un tiempo en el que los publicistas ganaban mucho dinero aunque vestían zapatos deportivos y camisetas coloridas. En la oficina el más fuerte era el que más horas trabajaba. Y, bajo la máscara del trabajo en equipo, cada uno buscaba su estrellato y medía su éxito con el peso de los metales conseguidos. Los publicistas trabajaban para vender productos y para satisfacer las necesidades materiales de un ser al que llamaban consumidor.
Ya ha pasado tiempo desde entonces. Ahora los publicistas ya no ganamos tanto dinero y combinamos los zapatos deportivos con camisas de cuadros. En la oficina somos más fuertes cuando trabajamos en equipo. Y ya no hacemos campañas solo para vender productos. Porque los consumidores, además de necesitar un dentífrico que blanquee sus dientes, necesitan campañas que les hagan la vida más fácil, que les sean útiles y que les arranquen una sonrisa y, así, poder enseñar los dientes blanqueados por el susodicho dentífrico.
Con esta idea en mente aterrizamos en el Aeropuerto de Barcelona después de una semana en el Cannes Lions Festival.
Quim Español y Anna Soler, representantes de España en los Young Lions Cyber 2012