Se ha cumplido en fechas recientes el cincuenta aniversario de la formación de Saatchi & Saatchi, sin duda una de las agencias más famosas, controvertidas e influyentes de la historia del sector publicitario. La cronología de su trayectoria que se publica en este número muestra cómo lo que nació a finales de septiembre de 1970 como una empresa de extraño nombre domiciliada en una pequeña oficina del Soho londinense se convirtió en el plazo de dieciséis años, a base de acierto, ambición y audacia, en el primer grupo publicitario del mundo.
 Saatchi & Saatchi, que hoy y desde el año 2000 es una red de agencias más en el seno del grupo Publicis, fue durante los años 70 y gran parte de los 80 la gran protagonista del sector, la vedette de una industria que hasta entonces se había mostrado muy conservadora en lo que respecta a la gestión y ambición empresarial y que con los hermanos Charles y Maurice Saatchi y su grupo de jóvenes directivos -entre ellos un casi imberbe Martin Sorrell-, y su desmesurada ambición de crecimiento vivió una auténtica revolución en ese sentido.
 La agencia hizo, sobre todo en su oficina de Londres, muchas campañas famosas, pero su herencia más no está en los anuarios de creatividad, sino en las listas de cotizaciones bursátiles. Tomando como modelo la idea que en los años 60 había puesto en marcha con la creación de Interpublic el visionario publicitario estadounidense Marion Harper, Saatchi & Saatchi se lanzó, tan pronto como los ingresos generados por su gran éxito inicial se lo permitieron, a una espiral de adquisiciones, sobre todo en Reino Unido y Estados Unidos, que alcanzó su punto álgido con la adquisición en 1986 de la red estadounidense Ted Bates, lo que la convirtió en la mayor empresa publicitaria del mundo. Saatchi & Saatchi quería ofrecer a los anunciantes todos los servicios profesionales que estos pudieran necesitar y en todo el mundo. No solo invirtieron en publicidad, sino también, aunque a la postre sin éxito, en consultoras, e incluso intentaron comprar un banco.
 Como estrategia defensiva frente a su ambición y tamaño, el resto de grandes agencias intentaron dotarse de volumen. Así, Interpublic empezó a reforzarse, y el propio año 1986 se formó Omnicom como fruto del acuerdo entre BBDO, DDB y Needham Harper. Al año siguiente, Sorrell empezó a crear, con la espectacular adquisición de JWT, lo que hoy es WPP.
 A partir de 1988, la deuda y los problemas de gestión empezaron a lastrar los resultados de Saatchi, y el grupo se vio envuelto en problemas con la misma rapidez con la que había llegado a la cima del mundo. Los hermanos salieron de la compañía en 1995 y los activos del holding se dispersaron progresivamente. La gloria de Saatchi pasó, pero su estrategia e iniciativas dieron forma a la estructura de grandes grupos que domina hoy el sector publicitario y que tanto ha influido, por la importancia que para ellos tiene el mercado bursátil, en el modo de gestionar las compañías del sector.