
Hace unas semanas, en una conversación con un posible cliente, surgió una frase que me hizo reflexionar sobre el modelo de las agencias de medios. “La relación con mi agencia dura ya muchos años. ¿No será demasiado tiempo?”.
Como buen gallego, solo pude responder lo que corresponde: pues depende.
Depende de muchas cosas. Pero, sobre todo, depende de qué se ha construido durante ese tiempo. Depende de si después de todos esos años nos seguimos haciendo preguntas nuevas. De si todavía nos cuestionamos juntos las mismas inquietudes. De si la estrategia sigue viva o solo se está ejecutando en automático. Depende de si la agencia es un socio que empuja a avanzar, o un proveedor que solo responde a briefings de una manera cómoda. Porque, seamos honestos: la duración no es en sí un mérito. Lo que importa es lo que pasa durante ese tiempo.
En AVANTE, la media de duración con nuestros clientes es muy elevada. Pero no lo vivimos como un mérito por sí solo. Lo decimos porque es consecuencia de algo mayor: de relaciones estratégicas que no se conforman, que se reinventan, que evolucionan con los cambios del consumidor, del mercado y de los propios medios. Todos esos años han estado llenos de movimiento, preguntas, aprendizajes y resultados.
Una relación cliente-agencia no puede mantenerse por rutina. Ni por miedo al cambio.
Tiene que mantenerse por sentido estratégico, por confianza mutua y porque ambos siguen creciendo. Eso, en nuestra experiencia, no depende del tiempo.
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Política de cookiesVer en youtube.comPor eso cuidamos tanto las relaciones. Somos una agencia de medios, sí, pero principalmente somos una agencia independiente. Eso nos da la LIBERTAD de elegir lo que queremos ser. Esa libertad que tenemos hace que no trabajemos con imposiciones ni con modelos cerrados. No respondemos ante una central, sino ante cada cliente. Elegimos las herramientas, los partners, los medios y hasta los procesos de trabajo según lo que necesita cada marca, no según lo que toca vender.
Y esa libertad estratégica nos hace competir tan bien frente a las multinacionales. Porque cada cliente es distinto. Así podemos permitirnos el lujo de planificar sin ataduras y diseñar la estrategia que mejor se adapte a esos puntos de contacto relevantes en cada momento del customer journey. Que no sea un caos de impactos, sino una estrategia que conecta medios, datos, creatividad y contexto. Un lugar al que el usuario se sube desde donde quiere y cuando quiera. Mas que un funnel de conversión, en la agencia hablamos de un carrusel. Y nuestro trabajo como agencia es que ese carrusel tenga sentido.
Por eso no nos limitamos a planificar medios. Diseñamos ecosistemas de comunicación.
Y lo hacemos con un equipo de más de 100 personas que trabajan conectadas, no encajadas en silos. Con tecnología, con data, con criterio, con experiencia y, sobre todo, con libertad de decisión. Con mucha libertad. Si esto es así, entonces el tiempo que lleves trabajando con tu agencia es lo de menos. Porque, al final, estar juntos no es lo importante. Lo importante es para qué estamos juntos.