Como todos los creativos del mundo, excepto Antonio Montero, que es el único al que le quedan bien los trajes, siempre llevo en mi equipaje para festivales una camiseta por si hay que salir a recoger un premio. No vale una camiseta cualquiera, hay que elegirla concienzudamente. Tiene que ser ultraguay, pero que al mismo tiempo parezca muy vieja y gastada, para así dejar claro a todo el mundo que tú a los premios no les das demasiada importancia, que sí, que sales a recogerlos por no hacer un feo, pero vamos, que tienes los huevos pelaos de recibir galardones. Aconsejo completar el look con pantalones y zapatillas en similar estado de decrepitud, y por supuesto, barba de tres días y un despeinado concienzudo. Es fundamental que no se te noten los nervios. Si después de currarte tanto la imagen de despreocupación, resulta que tiemblas al dar la mano al presidente del jurado, toda la maniobra se va al garete.
Así que, por si las moscas, meto también en la maleta un Lexatín. ¿Que ha habido suerte y te corresponde metal? Pues te lo aprietas media horita antes de la ceremonia y subes al escenario más relajado que un comentarista de ajedrez..
José Luis Moro
Director general creativo de Remo