Harvey Nichols ha estrenado ya su campaña navideña, un trabajo con el que la cadena de centros comerciales, en su habitual tono sarcástico, asegura querer acabar con la plaga de la bautizada como ‘cara de regalo’: el falso gesto de alegría que adopta el rostro de una persona al recibir un obsequio que no le gusta.

La campaña ha sido desarrollada por la agencia británica Adam&Eve DDB. La creatividad tiene como base un estudio que concluye que el 72% de los británicos adultos finge alegría al recibir un regalo que no le gusta y que el 63%, además, lo utiliza en su vida diaria para continuar con ese engaño.

En busca de defender su ya habitual filosofía, que dice que es mejor recibir que dar, Harvey Nichols ha estrenado una divertida campaña que gira en torno a un spot de sesenta segundos en el que puede verse a una mujer que claramente finge entusiasmo al recibir de su familia horrendos regalos. Para terminar con este teatro, la marca anima a realizar las compras navideñas en sus centros comerciales.

En 2013, la cadena de establecimientos lanzó por Navidad una de las campañas más notorias (y también una de las más premiadas) del momento. Con ‘Sorry I spent i ton myself’, Harvey Nichols convenció a los consumidores para que hiciesen regalos baratos por Navidad y gastaran el resto de su presupuesto en sí mismos.