Wings, la película muda dramático-bélica estadounidense ambientada durante la Primera Guerra Mundial, que ganó el Oscar a la mejor película en la primera edición de estos premios, en 1929, ya integraba planos con la marca de chocolates Hersheys. Esta cinta no es el único ejemplo, obviamente, de la productiva relación que ha habido entre las marcas y el cine, y en general, el mundo de los contenidos audiovisuales. Una relación que fue explorada en el último encuentro de Aperitivo creativo. El lado magnífico de la creatividad, una iniciativa de El Cañonazo Transmedia con el patrocinio de la marca de cerveza Magna San Miguel.

El más reciente ‘Aperitivo’, celebrado el pasado mes de mayo, se centró precisamente en la relación del cine con las marcas y contó con la participación de Roger Casas-Alatriste y Juan García Veiga, CEO y director comercial, respectivamente, de El Cañonazo, así como María Agüero, content manager de Acciona, y Susana Márquez, CEO de Placement Comunicación, como invitadas especiales.
Para que el placement sea orgánico, señalaron, “la marca debe formar parte de la narrativa de un modo en el que el espectador la vea como algo coherente. Porque es lógica la presencia de marcas en nuestra vida”. Eso sí, hay que tener en cuenta, al menos, tres aspectos importantes: primero, contar una buena historia; segundo, tener uno o varios prescriptores importantes, y, por último, “pero también de vital importancia, realizar una selección de los soportes o canales más adecuados para que esa historia llegue al público que deseamos”.
Estos ‘Aperitivos Creativos’ nacieron con la vocación de convertirse en un lugar de intercambio de ideas, pero también de ser un punto de encuentro y contacto entre profesionales de los medios de comunicación, las agencias y las marcas, facilitando la sinergia entre todos ellos.