Gonzalo Sánchez Alonso, business development manager en NP Digital, protagoniza la nueva entrega de El Relevo, la sección que dedicamos a descubrir las opiniones y las vivencias de los nuevos profesionales. Además de en Anuncios, puedes encontrar este contenido en el Nº 1730 de la revista.

Anuncios.— ¿La publicidad ha sido lo tuyo desde el principio? ¿Qué formación tienes?
Gonzalo Sánchez Rosales.— Publicidad fue mi primera opción de estudios universitarios y no dudé; cursé un año de la carrera, pero tengo que decir que no llegó a convencerme del todo y me cambié, aunque siempre supe que en mi vida profesional iba a estar presente. Cuando terminé mi formación universitaria en Relaciones Internacionales, volví al mundo del marketing y las ventas, y empecé a sentir que estaba donde debía estar.
A.— ¿Desde cuándo estás en la compañía y qué labores has desempeñado en ella hasta ahora?
G. S. R.— Llevo cuatro meses, y se me han pasado volando. La verdad, cada día aprendo algo nuevo por lo que cuesta resumir en un párrafo a lo que me dedico, pero principalmente me encargo de la gestión de cuentas, desarrollo de propuestas, CRM, y diseño y ejecución de estrategia comercial.
A.— ¿Qué recuerdo se te ha quedado grabado a fuego de tu primer día de trabajo?
G. S. R..— Sin duda, el trato de mi jefe/compañero, Carlos Estrada. Desde el primer día me explicó las cosas al detalle, con realismo y sin generarme ninguna expectativa. Sin duda, de los mejores mentores que he tenido en mi trayectoria laboral y profesional.
A.— ¿Te costó cambiar el rol de prácticas a trabajador?
G. G.— A mí personalmente no. Pero sí noté en su día que no se da el valor suficiente a la persona que está en prácticas y parece que, con un contrato laboral, pasas a ser alguien importante. Desde mi punto de vista, debes tener a esa persona desempeñando funciones reales y otorgarle el valor que se merece, porque puede que sea su primera experiencia y a todos nos marca de por vida.
Sobre gustos
A.— ¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de tu día a día?
G. G.— Lo que más me gusta es la versatilidad de mi trabajo. Existe una rutina, pero no es estricta y la parte de estar al pie del cañón con los clientes hace que cada uno de ellos te aporte experiencias de todo tipo. Lo que menos me gusta quizás venga por el mismo lado y es el trato incorrecto que recibes de algunas personas que no valoran tu esfuerzo o que exigen el trabajo de una manera que no hace que te sientas a gusto, pero son casos aislados y afortunadamente ocurre en pocas ocasiones.
A.— ¿Una campaña, de cualquier época y lugar, en la que te hubiera gustado participar?
G. S. R.— Aunque no sea hoy lo más ético, cuando estudié Publicidad me llamaron mucho la atención las campañas relacionadas con el consumo de tabaco en los años 40 o 60, sobre todo en Estados Unidos. Hoy en día, me encantaría poder entrar dentro de una agencia en pleno Manhattan y participar en la toma de decisiones de la promoción de este producto, puede que para cambiar un poco la idea que intentaban plasmar, pero sin perder la esencia que siempre les ha caracterizado.
A.— ¿Una persona que, a nivel profesional, te inspire?
G. S. R.— Mi padre. Una persona que ha levantado un negocio y lo ha cuidado como a un hijo y que le ha dado más quebraderos de cabeza que beneficios. Él podría haber optado por trabajar para alguien, sin embargo, decidió sacar adelante su propia idea a base de mucho sacrificio. Hoy en día, siento que se arrepiente por la vida que le ha podido dar, pero sé que en el fondo siente un orgullo inmenso de mirar atrás y ver lo que ha construido junto a mi madre, y eso no tiene precio.
Ya sabemos que las redes sociales sacan nuestro lado más poético
A.— ¿Sin qué red social o aplicación no puedes vivir?
G. S. R..— Estoy intentando vivir sin ninguna de ellas por un tiempo. Pero si ahora mismo tengo que decir una, podría decir que LinkedIn. Además de ser una herramienta de trabajo clave para mi día a día, me resulta interesante la mayoría de contenido que recibo y me gusta ver las distintas conexiones con las personas de tu propia red. Tenemos la fortuna en la agencia de contar con los conocimientos de Neil Patel, un generador de contenido infatigable que nos tiene en ‘reciclaje’ constante en LinkedIn y en otros canales. Por ponerle un punto negativo y realista a esta y otras, me rechina mucho la felicidad absoluta que se respira, pero ya sabemos que las redes sociales sacan nuestro lado más poético.