Tras haber estado ocho años desaparecida del mercado, Nestlé relanzará la marca de alimentos para animales Purina. El conflicto de Purina se remonta a 2001, cuando Nestlé compró la empresa estadounidense Ralston. Ralston era propietaria en España de la marca a través una empresa participada al 50% junto al holding catalán Agrolimen (propietario, entre otras marcas, de Gallina Blanca, Arbora Ausonia, Bicentury y Affinity Petcare). Ante la dominante posición que con esta compra Nestlé adquiría en el mercado de la comida para animales (la compañía ya era propietaria de Friskies), las autoridades europeas de la competencia decidieron imponer algunas condiciones a la operación. Así, Agroalimen adquirió el 50% de la empresa que estaba en manos de Nestlé y logró conservar la enseña Purina en España durante un período de ocho años.