Empiezo esta columna desde mi habitación del Londres, el día después de la ceremonia de clausura del CdeC 2019, todavía borracho de entusiasmo e ilusionado por el brillante momento que está viviendo la creatividad española. La gran mayoría de las piezas premiadas son de una calidad exquisita tanto a nivel de concepto como de ejecución. Si digo la gran mayoría es simplemente por curarme en salud, porque sinceramente no recuerdo ninguna que no lo fuera. Viniendo literalmente del otro lado del mundo, me he sentido muy orgulloso de festejar junto a amigos-algunos de los de siempre y muchos nuevos- que la creatividad de este país no entiende de crisis. O que, como mínimo, no se detiene por ella.
Si el trabajo es lo más importante, no lo es menos la gente que lo hace posible. A menudo, tenemos mala reputación de ser un gremio dado a la envidia y a la zancadilla, pero la celebración colectiva de la trayectoria de Toni Segarra muestra exactamente lo contrario. Lo comentaba justamente con él, antes de despedirnos. Nos llena de orgullo lo que Toni ha conseguido, como si lo hubiéramos conseguido cada uno y cada una de quienes hacemos de la publicidad más que una profesión. Fue un homenaje sincero y cargado de emoción.
Muy posiblemente esa catarsis colectiva que vivió el Kursaal durante la entrega del CdeC de honor se deba en parte a la ingenuidad a la que se refirió Guille Viglione en su intervención. Una ingenuidad necesaria e intrínseca en nuestra profesión, que toma aún más fuerza cuando nuevas voces muestran nuevos caminos y nos nutren de energía a todos. Y he escuchado muchas más de lo que esperaba. Qué necesarios son los chutes de posibilidad que aporta la juventud.
Eso son 20 años. Un equilibrio mágico de ilusión y madurez, como destacó Uschi Henkes en su discurso inaugural. Fantástico alegato, como fantástica ha sido la huella que ha dejado al frente del CdeC. Durante su mandato, el colectivo de mujeres creativas ha alzado la voz, sin gritos ni reproches, para simplemente recordarnos que siempre ha estado ahí, a pesar de que durante demasiado tiempo no haya sido nada fácil. Su valor y ejemplo nos muestran la vía a seguir.36Hercios, de Más Mujeres Creativas, presentado por Belén Coca, es de las mejores iniciativas que he visto en años, más allá del mensaje en clave de género. Simplemente ejemplar.
Supongo que el sol de San Sebastián también es culpable del clima de optimismo que se ha vivido estos días. Si de algo sabemos los creativos es del poder de los símbolos y Donostia no es una ciudad más. Qué acierto haberla recuperado y qué alegría saber que va para largo. Eskerrik asko.
GENIOS
Finalmente-y aunque, siendo ponente junto a Jordi Pont, sea parte interesada-quiero destacar el hecho de que la organización busque no sólo celebrar lo bueno que se hace, sino también inspirar para que se siga haciendo.
Oportunidades como un festival de estas características no se pueden limitar a un simple intercambio de cromos. Traer a genios como Rei Inamoto, Paco Conde o Rodrigo Sorogoyen, por sólo nombrar a tres, es un lujo, una inversión con indiscutible retorno. En especial, quiero dar las gracias a Concha Wert, que se llevó una ovación parecida a la de Toni porque, al igual que él, goza del respeto y de la admiración de todo el mundo. Le dije que no me extrañaría que el próximo homenaje sea el suyo pero que, ya que ella está en todo, no se espere una fiesta sorpresa.
Hablando de retornos, estoy a punto de iniciar mi odisea de retorno a Tasmania. Con las pilas cargadas de inspiración y orgullo, confío en que los vuelos que me llevarán a las antípodas se me hagan más cortos. Y que se prepare mi esposa. Cuando estoy contento no hay quien me calle. La chapa que le voy a meter va a durar lo suyo. Calculo que alrededor de 20 años y un día. ¡QD!