Opinión

Digital y tal...

Hace ya casi veinte años que mi hermana, mucho más lista y sobre todo bastante más guapa que yo, me metió en el lío de montar una agencia digital. Yo sólo veía entonces unas páginas web con links de colores espantosos y modo texto. Pero oí las campanas que ella me decía que ya sonaban cerca.

¿Una agencia digital? Sí, digital, repetíamos. Porque eso en el año 1997 sonaba un poco raro, aunque molar, molaba bastante. En 2001 no tanto. Nadie te hacía demasiadas preguntas sobre los precios de los banners, ni se hacían cien mil millones de cambios, porque se cobraban y porque sencillamente nadie sabía nada sobre un nuevo espacio de comunicación que, a la postre, es el todo. Lo que viene siendo la interné. O lo que viene siendo la enésima revolución, solo que esta lo fue, es y será, la más grande y aparentemente inagotable. Tanto, que tras todos estos años, y van veinte, aún sigo leyendo viejas expresiones como digitalización o inmersión digital de las empresas y tal y tal... Y me entra un poco de risa. Sorry. Son conceptos que asumo como válidos en los dos o tres primeros años de este tsunami digital, solamente comparable a la invención de la imprenta por Gutemberg, pero ¿veinte años más tarde?, ¿en serio?. Porque suena a rancio y pasado como a croqueta de la abuela. Señores, todo es digital. Si las nubes olieran a algo, olerían a Skype, y si las piedras hablaran, tendrían WhatsApp.

Las fotos de comunión se hacen con filtros "tipo Instagram", y el cumpleaños de mi sobrino "te lo dejo subido en YouTube" o lo pongo "live". Ya no hay fiesta sin Spoty, ni charla de amigos sin selfies, con o sin stick. ¿Por qué lo llaman stick?, ¡si es un palo!.

Ya no hay gente sin amigos, porque hasta el más tonto tiene más de doscientos en Facebook. Ya no nos gustan las cosas, les damos likes. La gente se enamora en Tinder o queda en Quierorollo y si se queda en los bares es para seguir chateando con otros que no están allí. Algunas cañas sí siguen cayendo, gracias a Dios.

El Porn está en un Hub en vez de en las revistas y de las visitas virtuales a museos hemos pasado al sexo en VR y 360 inmersivo. Un mareo, un lío, un coñazo esas gafas que enfocas poniéndote bizco.

La bici que quiero ya no está en Decathlon, está en Vibbo y mi tele no está ni en Worten ni en Mediamarkt aunque no sean tontos, está en Wallapop. Además la tele ya no es tele, es en streaming, a la carta y de pago. La compra me llega por Amazon Prime en dos horas. Mis platos favoritos se acumulan en Pinterest y me entero del primer beso de mi hijo por Instagram, aunque el muy c... ya me ha bloqueado.

Los cumpleaños se recuerdan porque nos saltan alertas en Facebook. Para gente como yo con memoria selectiva tipoDory, es bien. El caso es que ya es solo para oldies, porque si le preguntamos a los chavales qué si tienen Facebook, nos pueden devolver una respuesta junto a un insulto. Mal asunto ser viejuno ya hasta en las redes sociales.

Las noticias se desparraman y se dan a conocer vía Twitter, horas antes de que salgan en el telediario y no hay campaña que consideremos buena que no se jacte de algún que otro trending topic local, nacional o mundial, porque mola más que hablar de impactos y gerepéses.

Hablando de impactos, mejor cambiamos el concepto por reach, que además de poco rastreable, nos puede multiplicar por 10, o 20, o 100 cualquier dato de nuestros case studies, sin necesidad de invertir nada en clipping. Lo de las redes sociales es la leche. Y así podríamos seguir hasta que se nos acabara la batería del móvil y tuviéramos que pedir ansiosos un cargador y buscar un enchufe a la carrera, porque ¡joder, me he dejado el cargador de baterías portátil en casa, justo hoy! No chat, no calls, no selfie, no life. Por favor, ¿me podría alguien en la sala decir a qué se refieren exactamente con la digitalización?. Run out of batteries now.

Tu privacidad es importante para nosotros

Utilizamos cookies propias y de terceros para analizar nuestros servicios con fines analíticos, para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación y para incorporar funcionalidades de redes sociales. Podrás cambiar de opinión y modificar tus opciones de consentimiento en cualquier momento al volver a esta web y accediendo a la página Política de Cookies.

Panel de gestión de cookies

✓ Permitir todas las cookies
✗ Denegar todas las cookies
Estas cookies son necesarias para que el sitio web funcione y no se pueden desactivar en nuestros sistemas. Usualmente están configuradas para responder a acciones hechas por usted para recibir servicios, tales como ajustar sus preferencias de privacidad, iniciar sesión en el sitio, o llenar formularios. Usted puede configurar su navegador para bloquear o alertar la presencia de estas cookies, pero algunas partes del sitio web no funcionarán. Estas cookies no guardan ninguna información personal identificable.

Cookies técnicas

✓ Permitir
✗ Denegar
Las cookies estadísticas nos permiten contar las visitas y fuentes de circulación para poder medir y mejorar el desempeño de nuestro sitio. Nos ayudan a saber qué páginas son las más o menos populares, y ver cuántas personas visitan el sitio.

Google Analytics

Ver sitio oficial
✓ Permitir
✗ Denegar
Estas cookies pueden ser añadidas a nuestro sitio por nuestros socios de publicidad/medios sociales. No almacenan directamente información personal, sino que se basan en la identificación única de tu navegador y dispositivo de Internet para ofrecerle compartir contenido en los medios sociales o para mostrarte contenido o anuncios relevantes en nuestro sitio web u otras plataformas.
✓ Permitir
✗ Denegar
✓ Permitir
✗ Denegar