Page 77 - Nº2 Mujeres a Seguir
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Ana Fridda Dorsch fue, en los años ochenta, la pionera en la
industria cosmética natural y orgánica en nuestro país.
En la actualidad sus hijas dirigen la empresa siguiendo
los principios y la forma de trabajar con los que empezó
su madre hace casi cuatro décadas
Cuando Ana Fridda Dorsch estaba embarazada de su quinto hijo, la
incompatibilidad de RH entre madre y feto le provocó un aborto y un
edema angioneurórico, una enfermedad, por entonces rara, que le provocó
hinchazón del rostro, irritaciones en la piel e intolerancia a muchos
medicamentos y cosméticos. “Se la diagnosticaron en Estados Unidos
porque ni aquí ni en Europa se conocía ningún caso. La buena noticia es
que no era mortal ni grave. Le dijeron que tenía que aprender a vivir con ella,
como pasa con otras tantas patologías incurables”, explica Coral Márquez,
su hija y actual consejera delegada de la empresa. Buscando aliviar sus
síntomas, Dorsch fue probando con elementos de origen orgánico, como
algas, aloe vera y extractos vegetales y descubrió que le iban bien a su piel.
Como no encontraba en España productos con esos ingredientes, decidió
fabricárselos ella misma. “Su adversidad se convirtió en una oportunidad.
Empezó a investigar en su propio beneficio”, asegura su hija. Averiguó que en
Estados Unidos la naturopatía era una carrera y se matriculó a distancia en
la Universidad de Florida. Se licenció e incluso hizo el doctorado, también a
distancia, convirtiéndose en la primera mujer doctorada en medicina natural
en España.
Después empezó a experimentar con plantas y productos naturales con
la intención de encontrar fórmulas que funcionaran en su piel, y a fabricar
sus propios productos. Primero trabajando con un laboratorio francés, hasta
que en 1980 nacieron los Laboratorios Fridda Dorsch en Madrid. Tres años
después lanzaron su primera línea de dermocosmética natural y orgánica.
Ahora lo eco está de moda, pero introducir ese tipo de productos en aquella
época no fue tan fácil. “Realmente supuso una tarea de concienciación por
su parte tras haber probado en sí misma la eficacia de activos vegetales
utilizados desde hace miles de años en otras culturas. Ella fue la impulsora
de esta línea de trabajo aquí, lo que fue totalmente innovador en aquel
momento”. Al principio sus productos se vendían solo por prescripción
médica en farmacias, y sus clientes eran personas con patologías dérmicas.
El azar intervino unos años después para dar el impulso definitivo a la marca.
“La esposa de un directivo de El Corte Inglés empezó a utilizar sus productos
Fridda dorsCh porque tenía un problema similar, y a través de ella le solicitaron a nuestra
averiguó que en madre hacer una línea específica para ellos”, cuenta Coral. Así es como en
los noventa El Corte Inglés empieza a vender los productos Fridda Dorsch.
estados unidos
la naturopatía Hace quince años la fundadora decidió pasar el testigo a sus hijas. La
era una Carrera primera en incorporarse a la empresa fue Coral Márquez. Como en la
y se matriCuló historia de su madre, también en su caso las circunstancias jugaron para
que así sucediera. “Cuando mi madre creó el laboratorio lo fundó con una
a distanCia en socia, una química. Esta mujer enfermó y quiso desligarse del negocio. Mi
la universidad madre se vio sola, la demanda había crecido mucho, los productos eran muy
de Florida. se conocidos, y nos planteó que si ninguno de nosotros estábamos interesados
liCenCió e inCluso en la empresa, la vendería”. En ese momento Márquez trabajaba en banca
inglesa y su empresa había decidido trasladar sus oficinas. “Había tenido mi
hizo el doCtorado tercer hijo y decidí que quizá había llegado el momento de hacer un cambio. >>
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