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# empresas
EL FRACASO
DE THE WING, LA
‘UTOPÍA FEMINISTA’
QUE RESULTÓ
NO SERLO
El espacio se convirtió en su día en un
emblema del empoderamiento femenino
Hace unas semanas cerraban definitivamente las puertas The Wing, la
combinación de coworking y club social para mujeres que en su momento
álgido llegó a contar con once sedes en Nueva York, Los Ángeles,
Boston, Chicago y Londres, y una lista de espera de 9.000 personas.
Una “utopía de mujeres”, como la definió su fundadora, Audrey Gelman,
que finalmente no estuvo a la altura de su promesa. Sus responsables
alegaron que la pandemia y la situación económica habían hecho imposible
recuperar el nivel de miembros y eventos necesarios para mantener
financieramente el proyecto. Pero los problemas para la empresa venían
en realidad de lejos y no se limitaban a una cuestión de números.
por Marina Dorado
La primera sede de The Wing abrió sus puertas en 2016 en Nueva Jennifer Lawrence, Jane Fonda, Meryl Streep, Jennifer López o Nicole
York, una ciudad con una arraigada tradición de clubes privados desde Kidman pasaron por sus eventos.
el siglo XIX. Su nombre hacía referencia al cuarto propio de Virginia
Woolf, aunque con un giro, y es que, según sus fundadoras, las mujeres Desde el principio, The Wing estuvo rodeado de un aura de empo-
necesitaban más que una habitación, necesitaban un ala entera. The deramiento femenino. Si no era la idea inicial de sus fundadoras,
Wing se presentaba como un espacio “creado por y para mujeres”, el momento sin duda contribuyó a llevarlas allí: el proyecto nació
donde estas podían trabajar y hacer networking, inspirarse y crecer a coincidiendo con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca y creció
nivel profesional y personal. Un lugar, impecablemente decorado en al calor del MeToo, las marchas de mujeres y las reivindicaciones de
tonos pastel, con sofás, mesas, biblioteca, cafetería, tocadores, salas de la cuarta ola. Su directora general, Audrey Gelman, fundadora de la
reuniones y de lactancia. Perfecto para trabajar y mantener reuniones, empresa junto con Lauren Kann, se convirtió en su rostro público y en
pero también para asistir a charlas, lecturas de poesía, hacer dance icono de las girlboss, esa estirpe de jóvenes empresarias que dominaron
cardio o celebrar baby showers. Hillary Clinton, Reese Witherspoon, el relato de los medios la década pasada. Compañera de clase y amiga
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