Premiada en Cannes en 2002, la serie de ocho cortos (de alrededor de 8 minutos) rodados por famosos directores de cine y protagonizados por un semidesconocido Clive Owen en el papel de un misterioso chófer, fue un auténtico bombazo sobre todo en el endogámico mundo de la publicidad. Ni internet ni el mundo real estaban preparados para descargar esas piezas antes de la web 2.0. Yo lo intenté sin...
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