Nada más conocerse la compra de la aplicación fotográfica para móviles Instagram por parte de Facebook, que ha desembolsado en la operación 765 millones de euros (1.000 millones de dólares), se han empezado a publicar opiniones y análisis sobre cómo puede la empresa de Zuckerberg rentabilizar la operación y qué objetivo puede conseguir con ella. Hay bastante acuerdo en señalar que la compra, realizada semanas antes de la prevista OPV de Facebook, servirá para reforzar la oferta de Facebook para móviles, que hasta el momento se considera limitada, especialmente en el terreno publicitario. Con respecto a la eventual monetización de Instagram, el CEO de la compañía, Kevin Systrom, ya señaló el pasado septiembre los caminos más obvios: una, establecer un modelo freemium según el cual la aplicación básica seguirá siendo gratuita y se cobraría por prestaciones especiales; otra, establecer algún tipo de tarifa publicitaria que capitalice las cuentas de imágenes que mantienen desde hace tiempos algunas grandes marcas. Estas, por otra parte, podrán estar interesadas en aprovechar sus grandes audiencias en Facebook para potenciar su presencia en Instagram. Por tanto, aunque Mark Zuckerberg, máximo responsable de Facebook, ha dicho que Instagram tendrá un desarrollo independiente, no sería extraño que se potenciara algún tipo de integración de cara sobre todo a las marcas. De hecho, ya existe una aplicación que permite compartir las imágenes de Instagram en los muros de Facebook.