
Bajo el título The talk, P&G nos vuelve a sorprender con una de esas piezas que te golpean.
De nuevo, nos introduce en lo más íntimo de las familias, esta vez mostrándonos conversaciones a las que se ha tenido y se tiene que enfrentar la comunidad negra.
Son conversaciones donde se palpa el miedo y la frustración, pero también la fuerza y la decisión. Conversaciones que hay que tener para dejar de tenerlas.
Pero aquí no solo veo una gran pieza perfectamente ejecutada –qué importante es confiar en las productoras y realizadores–, veo una marca que, ante un problema, muestra su punto de vista con la intención de generar conversaciones para poder cambiarlo, o por lo menos intentarlo.
Así que, como dice la pieza: conversemos. Hablemos del rol de las marcas, de su poder para cambiar las cosas, de ser culturalmente relevantes y de cómo, una pieza de dos minutos puede llegar a ser infinita.