
Exterior 21, empresa de publicidad exterior especializada en lonas publicitarias, rótulos luminosos, monospostes y acciones especiale, ha decidido reutilizar, con la autorización de los anunciantes, las lonas publicitarias que instalan en las fachadas. Y lo hace con un propósito solidario.
Las lonas publicitarias, después de estar en exhibición, sólo son un residuo que se destruye. Pero pueden tener una segunda vida. En ese proyecto se ha embarcado Exterior 21 para convertir lo que estaba condenado a ser un material residual en un nuevo producto: unas bolsas. El primer beneficio de la iniciativa está claro: una mejora sostenible. Pero hay otro: el beneficio obtenido por la venta de estas bolsas hechas con material reciclado se destinará a financiar proyectos colaborativos en poblaciones con escasos recursos.
Además de pedir la autorización expresa de las marcas que se anuncian en esas lonas ya desechadas, Exterior 21 lleva a cabo un proceso de lavado, corte y confección del material para la producción del nuevo producto cuyo precio de venta será la suma de los costes más el margen destinado al proyecto.
El primero de ellos será apoyar económicamente un proyecto de formación de jóvenes que se está llevando a cabo en el barrio de la Bombita, en la ciudad de Azua, en República Dominicana. Desde Exterior 21 son conscientes de que se trata de “una iniciativa de pequeño volumen y que no va a generar de momento cantidades importantes”, pero confían en que la iniciativa crezca en un futuro. Para darlo a conocer, la empresa tiene previsto realizar una primera jornada de venta en una fecha y local aún por confirmar. “Queremos que al principio sea algo muy cercano a la gente para también compartir con ellos el proyecto concreto al que vamos a ayudar”, explican.
No es la primera vez que en nuestro país las lonas publicitarias se convierten en bolsos. Hace varios años, Tiempo BBDO llevó a cabo una iniciativa similar. Aunque fue una acción que tuvo mucha repercusión en el sector, la empresa que se encargaba de la producción bolsos, carteras, maletines, etcétera, con las lonas publicitarias, tuvo que cerrar porque no tuvieron suficientes pedidos, sólo algunos anunciantes que realizaban sus campañas en lonas solicitaron la confección de estos productos, nos explican desde Exterior 21 que reconocen que “la producción de estos productos no era barata”. En su caso, señalan, para los futuros pedidos que confían en tener, buscarán talleres de confección industrial para abaratar costes y así poder fijar un precio razonable para conseguir márgenes interesantes para el proyecto.