Según publica el diario El País, la denuncia contra esta campaña, en plena polémica por la publicidad del juego y siendo la regulación de esta uno de los objetivos que figuran en los programas políticos de varios partidos y organizaciones, partió de un trabajador de la EMT que compartió en su perfil de Twitter imágenes de la campaña. El mensaje fue a su vez viralizado por otros usuarios de la red social, hasta que el pasado sábado, una semana después de que la campaña se hubierse empezado a difundir a través de al menos un centenar de autobuses, el consistorio decidió su retirada.