“Pequeños ajustes de consumo”, según lo que afirma TNS, o “racionalización y búsqueda de ahorro”, de acuerdo con la expresión de Nielsen; dos modos de expresar la nueva realidad e consumo que las dos empresas de investigación han estudiado y explicado recientemente en sendas ruedas de prensa.

Estudios periódicos que en esta ocasión tienen el gran interés añadido de poner su objetivo sobre una situación de consumo muy alterada por la crisis económica. Ambas compañías hablan del crecimiento de la marca blanca o de la distribución, que según Nielsen ha pasado a tener una cuota del 33% en la cesta de la compra, mientras que TNS afirma que representa un 31,8% de las ventas e alimentos y bebidas.

La primera habla también del uso intensivo de las promociones y la disminución en el número de productos que se adquiere en cada compra. TNS, de la optimización de cada acto de compra. Y ambas coinciden en que, lógicamente, el consumo de los bienes imprescindibles se mantiene aunque con ajustes, mientras que sufren sectores como automoción, equipamiento, perfumería, compras por impulso, y ciertos productos de ocio.