Elora Valbuena, ejecutiva de cuentas de Wavemaker, es el protagonista de la nueva entrega de El Relevo, la sección que dedicamos a descubrir las opiniones y las vivencias de los nuevos profesionales. Además de en Anuncios.com, puedes encontrar este contenido en el Nº 1658 de ‘Anuncios’.

ANUNCIOS. — ¿La publicidad ha sido lo tuyo desde el principio? ¿Qué formación tienes?
Elora Valbuena. — No, lo mío siempre ha sido la comunicación. La vida me dejó caer en la carrera de comunicación audiovisual, formación que me atrevo a decir que es apasionante y completa. Si bien, la publicidad forma parte del ecosistema de la comunicación, y es el motivo por el cual estoy donde quería estar, comunicando.
A. — ¿Desde cuándo estás en la compañía y qué labores has desempeñado en ella hasta ahora?
E. V. —Estoy en la compañía desde 2017, y todo comenzó con una beca. La evolución ha sido enorme, ya que empecé recopilando comprobantes de campaña y, hoy en día, manejo campañas de principio a fin. En este proceso de crecimiento he hecho de todo. Hay que pasar por todas las fases para tener la visión completa del negocio y saber dónde querer estar en un futuro.
A.— ¿Qué recuerdo se te ha quedado grabado a fuego de tu primer día de trabajo?
E. V. — Mi mayor recuerdo es el primer día que pisé la agencia para realizar la entrevista para las prácticas. Cuando me preguntaron: “¿sabes lo que es una agencia de medios?” Y mi respuesta fue rotunda: no, no sabía lo que era. Durante mi formación nunca había visto los entresijos de agencias de medios y de publicidad. Quizá es la honestidad el punto de partida donde empiezan las historias.
A.— ¿Te costó cambiar el rol de prácticas a trabajador?
E. V. — Es un proceso muy natural y, por lo tanto, no es un cambio brusco o duro. Cada día que pasa te van dando acceso a más proyectos, a más tareas, ya que al fin y al cabo de eso se trata el trabajo: de aprender y demostrar las ganas y de lo que eres capaz. Agradezco la confianza y lo que quiera que vieran en mí, para hacerme formar parte de la plantilla.
“Empecé recopilando comprobantes de campaña y, hoy en día, manejo campañas de principio a fin”
A.— ¿Qué es lo que más te gusta y lo que menos de tu día a día?
E. V. — Me encanta que cada día sea diferente, una historia y una gestión muy dinámica. Trabajar con tantas personas y equipos hace que nada se estanque o sea pura rutina, y eso es algo que necesito en todos los ámbitos de mi vida: movimiento.
Lo que menos me satisface son las tareas que, sí o sí, están estandarizadas; aunque son necesarias, al final acaban resultando algo aburridas. Además, en muchas ocasiones, desde un departamento de cuentas -que somos el foco de transitar información entre departamentos y cliente- es duro ejecutar movimientos satisfactorios para todas las partes.
Campañas, personas y redes sociales
A.— ¿Una campaña, de cualquier época y lugar, en la que te hubiera gustado participar?
E. V. — Creo que he participado en campañas que no tienen nada que envidiar a otras de otras épocas, pues el cliente para el cual trabajo, Netflix, realmente me gusta, hace cosas diferentes y creo en él.
En cualquier caso, hay algo que sí que creo que me genera interés real, y son las campañas emotivas donde se priorizan problemas sociales o personales, ya que las marcas tienen la capacidad, por la repercusión que tienen, de dar voz a estos temas tan importantes.
A.— ¿Una persona que, a nivel profesional, te inspire?
E. V. — Me inspira cualquier persona que piense diferente a mí, que me haga reflexionar. No podría dar nombres, cargos o momentos concretos, pues la inspiración puede llegar cada día de una manera diferente e inesperada. Pero el mayor valor que tiene nuestro trabajo son las personas, pues se trabaja todo en equipo (y es precioso) lo cual nos permite aprender de cada detalle y área para crecer a nivel profesional y personal. Algo necesario e inspirador es escuchar de manera activa antes de actuar.
A.— ¿Sin qué red social o aplicación no puedes vivir?
E. V. — Para mí, la plataforma reina de mi vida, porque almacena lo que más me gusta, es Spotify. Ha permitido que tenga acceso 24/7 a la música que quiera en cualquier momento de mi día a día. Si bien, la magia de comprar CDs, vinilos e ir a un concierto es mucho más experiencial, hay que aprovecharse de las plataformas que nos hacen la vida más cercana a gustos y hobbies.