Henkel ha reestructurado su organización interna. Se trata de un proceso de verticalización, a través del cual desaparece la figura de responsable único en las filiales y cada uno de los responsables locales de las unidades de negocio pasan a tener plena responsabilidad operativa en cada país y a reportar directamente al responsable internacional. Esta reorganización ha supuesto la creación de un nuevo cargo, el de consejero delegado, que será el representante y responsable legal de cada una de las filiales y coordinará las unidades que dan servicio a los negocios.