Para contar la historia del té, aunque sea brevemente, tenemos que retroceder en el tiempo para habla de Thomas Lipton, un visionario emprendedor de finales del siglo XIX y principios, que democratizó el consumo de té, gracias a reducir su precio (compró una plantación en Sri Lanka y lo vendía en su propia cadena de tiendas Lipton’s Market) y a la patente de las bolsitas que dos siglos después seguimos usando. De origen humilde, el británico se hizo millonario (sacó a bolsa su empresa), llegó a ser nombrado sir y su apellido sigue vinculado al té, a través de la marca Lipton (puedes leer más sobre la vida de este genio del marketing en la web de Lipton).