Y no lo digo por mí, que no me considero un publicista puramente, sí alguien que trabaja y ayuda a la industria y recientemente se acerca a la creatividad desde su perspectivade estrategia e insights para la construcción de marcas.
Lo digo por toda una profesión y unos profesionales que desde hace tiempo creo esconden su dedicación o la intentan camuflar por cierta denostación social y profesional del término publicidad. Desde la explosión digital en la industria, pero también por cierta necesidad del sector de vender novedades y puntos de vista teóricamente más avanzados y adaptados a supuestos nuevos contextos, la palabra publicidad y la profesión de publicista han ido desapareciendo de las webs, los títulos o los perfiles de LinkedIn. Por el contrario, fijaos cómo abundan los títulos de estrategia, comunicación, construcción de marca, comunicación digital, branded content, performance marketing… pero muy poca publicidad. Y si preguntan directamente, se contesta que trabajas en comunicación o marketing, ¿no? Poco a poco, hemos ido relegando la palabra y su significado a un segundo término, incluso de menor relevancia e importancia, con menos contenido, incluso con falta de un ‘propósito’ que la honorifique.
Pues dejadme que desde aquí vuelva a reivindicar la palabra y lo que significa PUBLICIDAD: conectar con la sociedad de consumo a través de una creatividad y unos puntos de contacto óptimos con el fin de generar conocimiento, percepción y, finalmente, movilización hacia unas marcas. Hacer famosas las marcas para que se vendan. Punto. ¿Y quién hace eso? Pues la publicidad, que no nos dé cosa decirlo, que no tengamos que inventarnos otras cosas.
La publicidad es lo que sigue haciendo que las marcas se conozcan y se puedan seguir vendiendo respecto a unos competidores o con respecto a un diferencial de precio. Y no importa que sea en la televisión, en la calle, en una web o en el metaverso. Eso sí, la publicidad tiene que ser buena y tiene que estar bien alojada. No nos engañemos. No sirve cualquier publicidad ni en cualquier sitio. Sirve la buena creatividad que conecte
con insights de consumidor, con necesidades no cubiertas, con las motivaciones que realmente mueven al consumidor, con la irracionalidad de su comportamiento cada vez más demostrada (incluso en periodos de inflación y crisis). Sirve la buena planificación de medios que llegue a grandes audiencias. Sirve entender cómo se comporta el consumidor realmente y no cómo nos gustaría que lo hiciese. Sirve ser mucho más prácticos a la hora de crear y llegar al cliente.
Hoy, más que nunca, creo en la publicidad, con todas sus letras, sin más adjetivos ni acompañamientos.
Hoy, justamente, las marcas necesitan de ella para ser fuertes y vender a corto, pero, sobre todo, a largo plazo. La publicidad tiene superpoderes para las marcas y también para la sociedad. Y sí, si hoy me preguntasen y lo fuera, diría bien alto a lo que me dedico y lo que soy, PUBLICISTA.
Jordi Guix es head of brand strategy & datainsights en Jirada