Hace unos días leía una entrevista a Juvencio Maeztu, vicepresidente mundial de Ikea, que se hacía la siguiente pregunta “si Ikea desapareciera del mundo ¿este sería mejor o peor?”; me hizo reflexionar porque, efectivamente, creo que las empresas nos diferenciamos precisamente por esto, por tener un propósito y ser verdaderamente relevantes en las vidas de las personas. Y creo que esto cada vez más es una tendencia en la comunicación de las marcas.
En ese sentido, hay un elemento permanente en nuestra estrategia: situar al consumidor en el centro, asegurando que partimos de insights reales y relevantes. Es algo que va en nuestro ADN, pero que cada vez cobra más relevancia: trabajar con la mirada puesta en ser cada día una marca más cercana y humana.
Nuestra visión es crear un mejor día a día para la mayoría de las personas, y para hacerla realidad necesitamos tener una relación muy cercana con el consumidor. Nuestra forma de conseguirlo es a través de la escucha; visitamos cientos de hogares cada año y llevamos a cabo constantemente estudios para entender de primera mano cómo viven las personas en sus hogares y qué necesidades, frustraciones y sueños tienen, y que sea este el punto de partida para generar los insights de los que parten nuestras campañas.
Por otra parte, cada vez más personas quieren que sus elecciones respondan a sus valores y ahí también tenemos un punto de vista claro gracias a nuestra visión. Es de donde partimos siempre a la hora de desarrollar nuestras campañas, y de esa forma somos más humanos, conseguimos una mayor conexión emocional con los consumidores y dejamos de ser una mera elección para convertirnos en un compañero de viaje al que tener siempre en cuenta.
Todo esto, sin perder nuestro espíritu innovador, muy presente en nuestro ADN, porque como decía nuestro fundador, Ingvar Kamprad, “solo aquellos que están dormidos no comenten errores”. Creemos que hay que ser valientes a la hora de tomar decisiones, aunque ello implique la posibilidad de cometer errores.
Arriesgar y sorprender es algo que tenemos muy presente y que nos permite apostar por una comunicación diferente, creativa y notoria. Somos atrevidos y eso tiene un reflejo claro, por ejemplo, en algunas de nuestras últimas campañas como Atrapados en los 90, un reality show que mostraba cómo ha cambiado la vida en el hogar en nuestros 25 años en España.
Por último, nuestra sociedad está viviendo muchos cambios a una enorme velocidad y es clave estar muy pendientes de cómo evoluciona para tener la agilidad para adaptarnos a las nuevas tendencias, formas de consumo de contenido y exigencias del consumidor haciendo cosas nuevas. Sabemos que cada vez se buscan procesos más fluidos, que superen las barreras naturales entre lo físico y lo digital, y la tecnología nos posibilita mejorar la experiencia en todas las fases: inspiración, decisión y compra. Por ese motivo, apostamos por nuevos formatos con el que simulamos una experiencia de compra en un entorno virtual como live shopping.
Estaremos siempre probando nuevas formas de hacer las cosas para emocionar y conectar con las personas y que sientan que con Ikea el mundo es mejor.
Este artículo ha sido publicado previamente en el especial por el 25 aniversario de Los Anuncios del Año.
