La nación de Singapur acaba de ser testigo de un hito tan simbólico como sorprendente: el lanzamiento de su primer chicle legal. Aunque suene a chiste, no lo es, y es que, en 1992, el gobierno prohibió su importación y venta para evitar que se pegara en trenes, ascensores y cerraduras —desde 2004 solo se permite el consumo de chicles terapéuticos, y únicamente por prescripción médica—.
Es por ello que la agencia BBH Singapur ha creado Unthinkables!, un producto que por apariencia, sabor y textura parece un chicle, pero que en realidad no lo es. Con esta acción, la agencia no busca entrar en el negocio de la confitería, sino demostrar hasta dónde puede llegar la creatividad para hacer real lo imposible.
El truco está en su fórmula: Unthinkables! se elabora a partir de un caramelo masticable, aromatizado y totalmente soluble en agua, lo que lo excluye de la definición legal de chicle. Para dar con la textura perfecta, la agencia ha trabajado con Irene Chan, especialista en dulces y fundadora de Oni Cupcakes, probando más de sesenta combinaciones de sabores e ingredientes antes de dar con el resultado final.
Portfolio
Más allá de la anécdota, cada pieza de Unthinkables! es en realidad un escaparate del portfolio de la agencia. Los envoltorios incluyen un código QR que dirige a algunos de sus trabajos más reconocidos de BBH Singapur, como Heinekicks, unas zapatillas rellenas de cerveza para Heineken, o Trapped, el cortometraje de terror que sirvió para promocionar un seguro de viaje de Income.
El producto no está a la venta en tiendas, aunque quienes quieran probarlo pueden ponerse en contacto con la agencia. El objetivo de BBH no es tanto distribuir su nuevo producto, sino abrir una conversación sobre cómo las ideas más radicales pueden transformar marcas y negocios.
