La apelación a los consumidores para conseguir creatividad publicitaria o ideas para la creación e innovación en los productos es una práctica ya bien conocida, y marcas como Doritos y Axe son ejemplos recientes de ello. Ahora es la compañía cosmética francesa Clarins Fragrance la que apela al llamado crowdsourcing para su nueva campaña mundial, según informa la revista Advertising Age. La campaña no tiene un producto, sino una propuesta, la de aportar ideas para la extensión de la marca Thiery Mugler, que por ahora comercializa a través de Clarins su conocido perfume Angel. La campaña se articulará a través de la web Womanity.com, y tendrá inserciones en medios, una campaña de relaciones públicas y una estrategia de creación y difusión de contenidos a través de MSN, el portal de Microsoft. La agencia autora de la campaña es la neoyorquina Johannes Leonardo, propiedad de WPP. Consiguió la cuenta en un concurso en el que, según publica AdAge, se implicó el propio Martin Sorrell, consejero delegado del grupo. La gestión corre a cargo de Maxus, también de WPP. Las ideas no tienen que limitarse al terreno de la cosmética, y al parecer el anunciante se plantea la posibilidad de que ninguna idea se lleve adelante.