Las campañas no podrán dirigir sus anuncios a usuarios basándose en las preferencias políticas que se deducen de su historial de búsquedas, se explica en una información de El País. Hay que tener en cuenta que Google controla alrededor del 90% del mercado de búsquedas, “y a través de todos sus productos posee información de sus usuarios que permite localizarlos con mucho detalle para los anunciantes, su principal vía de ingresos. A partir de ahora, las campañas políticas podrán ser dirigidas por edad, género y localización hasta el nivel de código postal, pero no en función de los intereses del usuario, que se deducen de su historial de búsquedas y navegación”, se explica en la noticia.