Javier Pagán se incorporó a la compañía el 2 de marzo de 2020. Cinco días después, la multinacional mandó a todos sus empleados a trabajar a casa. “En Twitter, como somos lo que está pasando, es fácil ver las tenencias sociales antes de que salten a los medios, y se empezó a ver lo que estaba sucediendo en el mundo”, dice Pagán, que apenas tuvo esos cinco días para conocer “de refilón” al equipo. “Ha sido todo un desafío. Somos una compañía tecnológica que acostumbra a trabajar en remoto y estábamos más preparados por la propia naturaleza de la empresa, pero he podido empatizar con clientes que han tenido dificultades; tener que conocer y trabajar con tu equipo en remoto es una capa de dificultad añadida, pero con buenos resultados”. En este sentido, señala que ha sido un año de “descubrir las capacidades que cada uno tenemos para adaptarnos a situaciones complejas, las empresas y las marcas lo han hecho; han parado de decir para empezar a hacer”. De la primera fase de la pandemia, dice, se queda con “las marcas con propósito que supieron entender que tenían que hacer cosas que transcendieran a sus propios valores y se ejecutaran. Muchas veces, antes de contarlo ya lo estaban haciendo. Había mucho valor y propósito detrás, desde marcas de automoción ofreciendo coches a los sanitarios, a compañías de telefonía promoviendo esos aplausos; todos han superado la capa comercial para entrar en valores. Hemos descubierto grandes cosas y otras maneras de acercarte a las audiencias y una plataforma como la nuestra, que es lo que está pasando, ha servido a las marcas en ese objetivo y les estamos ayudando a entender cuáles son las tendencias antes de que lo sean”.