La transformación, ese proceso en el que tantos esfuerzos, conocimientos y recursos se ponen cada día, es evidente que es, en sí mismo, un movimiento infinito, imparable, constante. Y, ahora, acelerado por una crisis sin precedentes en lo económico, pero sobre todo en lo social y, si nos permiten, en lo conceptual.
Con una caída de la inversión publicitaria en 2020 que se sitúa en el entorno del 20% y 25%, con sectores más afectados aún que ese porcentaje, y con unas previsiones para 2021 casi imposibles de imaginar porque dependen en gran medida de cuál sea la evolución de la pandemia (hoy por hoy, adversa), lo económico es acuciante, obviamente. De ello dependerá la supervivencia de muchos negocios y hasta de la propia industria, con nuevos y poderosos jugadores sobre el terreno.
Pero la urgencia por la recuperación no debe hacer perder de vista el modelo que el mercado quiere encontrar cuando esta crisis pase.
En este punto, parece que se hace más necesaria que nunca una visión a largo plazo que redibuje el mapa de una industria que se enfrenta a cambios monumentales en sus propias organizaciones, en aquellas para las que trabajan, en los medios que utilizan y en los ciudadanos a los que unos y otros quieren llegar, conquistar, ganar como clientes o usuarios.
La transformación es hoy más rápida de lo que lo ha sido en las últimas décadas y requiere de un liderazgo al frente de las organizaciones y del sector que haga avanzar a este en su conjunto (cada vez más diverso, cada vez más colaborativo) en el nuevo ecosistema.
Recordamos en las páginas de este número a un profesional que ha estado detrás de algunos de los movimientos que contribuyeron de manera nítida a establecer lo que se ha llamado "la publicidad moderna en España"  en un tiempo en el que casi todo estaba por hacer: Julián Bravo.
Con él, con Miguel Ángel Sánchez, con Josefina Martínez Gastey… fallecidos el pasado mes de enero, se va una generación que contribuyó a dibujar el mapa de esta industria, cada uno desde su ángulo, y que le dio valor al consenso, a la unión, a la modernización, a la construcción, al largo plazo.
Todo ello sigue estando vigente ahora, en un momento, uno más, de esta infinita transformación de las organizaciones y de las personas. Sobre la mesa están temas como la privacidad, la desaparición de las cookies, los concursos y las relaciones cliente/ agencia, la medición digital, la aportación de la comunicación comercial al negocio de las empresas, los nuevos modelos de trabajo… Abordarlos con una visión de sector será clave.