'Vegetarianos' (TV y gráfica) |
Más emocional, con humor y empatía, Campofrío apuesta por una manera distinta de hacer publicidad en su última campaña de Finíssimas, la gama de loncheados, obra de McCann Erickson.
Con esta campaña, que acaba de estrenarse y que se difundirá durante cerca de seis semanas, la marca de alimentación pretende romper con la tendencia a lo racional, a explicar los beneficios saludables o las cualidades de los productos, que impera en la comunicación del sector de la alimentación, e introducir elementos más emocionales, una corriente que es más común en otras categorías de gran consumo, como por ejemplo los refrescos, indica Jesús Martínez Soria, director de servicios al cliente de McCann Erickson, una de las tres agencias que trabaja para la marca, y que ha sido la encargada de desarrollar esta campaña, siendo la primera vez que se ocupa de esta línea de producto, cuyas campañas anteriores fueron realizadas por El Laboratorio S&J (además de estas dos, recientemente Lola también se ha sumado al pool de agencias de la compañía de alimentación).
“Teníamos que provocar un cambio en la comunicación para acercar más la marca al consumidor, hacerla más atractiva, más divertida. Y queríamos demostrar que también detrás de una marca de alimentación se puede contar una historia y salir de las imágenes habituales que, creemos, el consumidor ha superado ya. Es necesario, y más en tiempos de crisis, favorecer los vínculos fuertes entre el consumidor y las marcas”, señala Mónica Moro, responsable creativa de este trabajo junto a Raquel Martínez y bajo la supervisión de Leandro Raposo.
Ante la petición del hijo adolescente, una familia de vegetarianos decide romper, por una vez, su estricta dieta y emprende un viaje, casi iniciático, al centro comercial, para contentar al hijo y dejarle probar algo que no sea vegetal. Ante un lineal de la zona de charcutería, la madre recomienda al hijo que elija bien el producto en lo que va a ser su estreno (y parece que inicio) en la gastronomía cárnina, lo que le conduce a adquirir un paquete de jamón cocido en lonchas Finíssimas.
A partir de ese momento, y en las diversas ejecuciones realizadas para esta campaña, que se verá en televisión, cine y también en revistas y publicidad exterior, se sucede un sinfín de situaciones presentadas en un tono de humor amable y entreñable. Como si de la llave a la libertad se tratara, el padre esconde lonchas entre las verduras de la nevera, mientras que, la hija pequeña se revela ante lo que es su merienda habitual: bocadillo de apio, y le pide a su madre que deje de llamarle Amapola, en un claro acto de rebeldía, y las lágrimas brotan de los ojos de su hermano cuando, por fin, ante la atenta mirada del resto de su familia, consigue probar el exquisito manjar.
De la producción de los spots se ha encargado Indio Films, con Fran Torres como realizador del que Mónica Moro destaca su buen manejo de los actores, lo que era fundamental para dar credibilidad a esta historia familiar.