
Las características publicitarias del cartel de cine protagonizaron la ya tradicional sesión que dentro del programa de conferencias de El Sol tiene lugar en las instalaciones del Museo Guggenheim de Bilbao. Intervinieron el director de cine Benito Zambrano, el ilustrador Gabriel Moreno y el diseñador Aitor Aretxabaleta, moderados por Ana Arzak, del equipo del museo. A continuación, algunas de las cosas que se dijeron:
Gabriel Moreno: “Un cartel de cine es como cualquier otra campaña de publicidad. Te dan un briefing y tienes que crear una pieza que lleve al espectador a ver la película. En mi caso, intento olvidar el briefing en lo posible para concentrarme en buscar una imagen que protagonice el cartel, algo que haga parar a la gente cuando lo vea. Y una vez que la tengo, empiezo a trabajar. Para hacer el cartel es casi más importante saber qué no quieres contar, aquello que ha de quedar fuera, que lo que quieres contar”.
“El mundo del creador y el del profesional que hace el cartel son diferentes. Un cantante, por ejemplo, no tiene por qué saber hacer el cartel de su concierto. Una cuestión con el cartel de cine es que no anuncia un producto de consumo, sino una pieza artística, aunque al final, es un producto que hay que vender, hay que conseguir que la gente entre al cine”.
Benito Zambrano: “Una cosa es hacer una película y otra es venderla, proceso en el cual está el diseño del cartel. Hacerla es un esfuerzo enorme, algo que te absorbe durante años, pero luego, por suerte para mí, no la tengo que vender, porque no soy el productor de mis películas. Prefiero no vivirlo, y que de ello se ocupen los profesionales. Entiendo que el producto hay que venderlo, pero no me gusta participar, creo que los profesionales lo van a afrontar con otra frescura y lo van a hacer mejor”.
Aitor Aretxabaleta: “El cartel de cine sigue estando muy vigente, las plataformas digitales lo usan muchísimo para anunciar las películas de su oferta. Es el packaging de la película. Uno espera que cuando le pasan el briefing para un cartel de película haya algo más que en el de un producto cualquiera, ya que se trata de un trabajo artístico, pero no pasa eso. Te piden lo mismo que para vender cualquier cosa”.