
China ni siquiera se clasificó para el recién disputado Mundial de Rusia, pero en un anuncio futurista recientemente estrenado por Nike, la firma deportiva traslada a los espectadores hasta 2033, año en el que el la calidad del fútbol de este país asiático escala hasta los más alto. La oficina de Shanghái de la agencia de cabecera del anunciante, Wieden + Kennedy, es la responsable de la creatividad de esta película.
La pieza presenta un 2033 en el que China, por su nivel de juego, se convierte en el rival contra el que todos temen competir. Lo hace, incluso, uno de los equipos que más lejos llegó en la pasada edición del Mundial, Inglaterra, cuyos aficionados lloran por el azaroso destino mientras ríen los trabajadores de la factoría de China en la que se fabrican los pañuelos con los que secan sus lágrimas.
Pero el prestigio adquirido por China parece ir en esta película más allá de los combinados nacionales. Equipos conocidos por realizar importantes desembolsos temporada tras temporada para atraer el mejor talento hasta su plantilla, como es el caso del Manchester City, se apresuran a cerrar fichajes para contar con más jugadores chinos entre sus activos.
El anuncio realiza asimismo un guiño al fútbol femenino al mostrar a una mujer que avanza por la calle mientras domina con maestría el balón –y deja boquiabiertas a las personas con las que se encuentra en su camino-.
Con este trabajo, Nike y W+K buscan inspirar a los jóvenes jugadores de fútbol de China, que sin duda son los que tienen en su mano la posibilidad de que el escenario planteado en el spot pueda convertirse en realidad. Y los que tendrán la oportunidad, por supuesto, de llegar a ser, solo por citar algunos nombres, los Ronaldo, Messi, Griezmann o Neymar del futuro.
Tal y como informa Creativity, la campaña, titulada Dare to become, ha contado con Simon Lee como director creativo senior, Ian Toombs como director creativo ejecutivo, Matt Skibiak y Dong Hao como directores creativos, y Josh King y Max Pilwat como directores de arte y redactores. La película ha sido producida por Hamlet y dirigida por Ian Pons. El director de fotografía es Ben Fordesman, la postproducción de MPC Shanghai y la música, de The Infinite US.
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