Esta nueva fase de la campaña sigue tres líneas de actuación. En primer lugar, cuenta con un vídeo que muestra un experimento realizado con un grupo de niños y niñas de corta edad en colaboración con Alberto Soler, psicólogo especializado en crianza y asesoramiento a padres. En una primera parte del experimento, Soler pone en evidencia que los niños tienen muy claras las diferencias de género y saben distinguir perfectamente entre chicos y chicas. Sin embargo, en la segunda parte, el psicólogo les pone a prueba y, ante la presencia de una cocina totalmente desordenada, les pide que la recojan de tal manera que los chicos realicen las tareas de los chicos y las chicas, las destinadas a las chicas. Totalmente descolocados, los más pequeños concluyen que no hay tareas de niños y de niñas demostrando, desde la inocencia, la falta de fundamentos de los roles tradicionales de género, en este caso, en el seno del hogar.