Abanca Seguros y Ernest han encontrado un espacio publicitario que hasta la fecha había pasado desapercibido: los títulos de crédito de las películas. Y lo han hecho a través de una fórmula también novedosa: recordando en películas de acción que incluso los héroes precisan de un buen seguro de salud.

Aprovechando la emisión de clásicos como No Where to Run, de Jean-Claude Van Damme, la campaña ha modificado los créditos finales para transformarlos en un listado de lesiones sufridas por los personajes: fracturas, cortes, contusiones, etcétera. Y, acto seguido, ha ofrecido la solución: “Si tuvieran el seguro de salud de Abanca Seguros, ya estarían en manos de nuestros 40.000 especialistas y 15.000 centros médicos”.
Un espacio a priori vacío para la comunicación comercial que ha sido detectado por Ernest y Abanca Seguros como una solución para elevar la comunicación más allá de la publicidad tradicional, llegando hasta la audiencia en un momento en el que todavía sigue conectada con la historia.
Sobre este proyecto, Susana Ortiz, directora de marketing de Abanca, menciona que en su compañía creen “que la comunicación efectiva no solo informa, sino que también sorprende y conecta con el público en el momento adecuado. Créditos en Acción es un ejemplo de cómo podemos estar presentes de una manera que no solo refuerza nuestro mensaje, sino que lo hace relevante y memorable. No se trata solo de innovar en el medio, sino de asegurarnos de que nuestra marca acompaña a las personas cuando más lo necesitan”.
Por su parte, Mónica Durán, directora de marcas de Ernest, añade que en su agencia “siempre buscamos maneras de conectar con el público de forma inesperada y relevante. Con Créditos en Acción, hemos convertido un espacio olvidado en una oportunidad para contar una historia diferente sobre Abanca Seguros. No interrumpimos la película, sino que nos sumamos a la narrativa. Esta campaña es un ejemplo de cómo la creatividad puede transformar cualquier rincón en una plataforma de comunicación poderosa y sorprendente y de que la mejor publicidad no es la que irrumpe, sino la que encaja perfectamente en la historia”.