Audi ha presentado Audi Reader, una innovadora herramienta integrada en la aplicación MyAudi&Me que permite a los conductores identificar al instante las funciones, botones y testigos del vehículo con solo apuntar hacia ellos con la cámara de su dispositivo móvil. Esta ingeniosa solución ha sido desarrollada por Ogilvy en colaboración con la startupRoboflow, utilizando tecnología de Computer Vision para el reconocimiento de objetos. Su objetivo: simplificar el uso del coche y hacer más intuitiva la experiencia de los conductores.
Gracias Audi Reader no será necesario que los propietarios de un vehículo de la firma alemana abran el manual de instrucciones de su vehículo. Y es que esta herramienta convierte el vehículo en su propio manual digital, mejorando la comprensión de funciones que, según datos de Audi, el 68% de sus conductores desconocen.
“Más allá de la IA generativa, nuestra apuesta por la inteligencia artificial responde a una necesidad práctica de hacer el coche más intuitivo para el conductor”, explica Lorenzo Spadoni, innovation & technology partner de Ogilvy en Barcelona.
Una tecnología entrenada para 27 modelos
El sistema desarrollado para esta acción ha sido entrenado con más de 10.000 imágenes de los 27 modelos actuales de Audi, etiquetando cada componente y vinculándolo con la información disponible en el manual del propietario.
Además de su función como manual, Audi Reader permite desde la app chatear con un asesor de posventa, solicitar cita previa en el taller o pedir asistencia en carretera, reforzando así la conexión entre el cliente y la marca.
En 2024, Audi destinó 4.600 millones de euros a actividades de I+D, lo que demuestra el compromiso de la marca con la innovación tecnológica. “La innovación no solo se aplica a la tecnología, sino también a cómo conectamos con nuestros clientes”, añade Emma Castells, Audi CRM & BI manager.

Más allá de lo convencional
No hace falta viajar mucho atrás en el tiempo para descubrir otra acción de Audi que trasciende de lo convencional. El pasado mayo, también en colaboración con Ogilvy, la marca lanzó una reedición de Alicia en el país de las maravillas para mejorar la seguridad en la conducción.
Para conseguirlo, se creó una versión digital en la que el texto de la novela original se complementaba con diez pruebas psicotécnicas: agudeza visual, capacidad perceptivo-motora, campo visual, capacidad auditiva, visión estereoscópica, umbral auditivo, atención, alteración de colores, contraste y retina. En ellas, los usuarios debieron ser capaces de leer textos con tamaño decreciente, reconocer sonidos en diferentes frecuencias o medir su capacidad de anticipación con ilustraciones animadas, entre otros retos.