Después de un proceso de negociación que se ha prolongado durante cuatro meses, Kraft consiguió ayer que el consejo de administración de Cadbury aceptara su oferta por la compañía, que tiene un valor de 19.000 millones de dólares, pagaderos en acciones y dinero en metálico. La unión de Kraft y Cadbury da lugar a una empresa con unas ventas conjuntas de 50.000 millones de dólares y una cuota del 15% en el mercado mundial de confitería. Con esta compra, Kraft suma a su portfolio marcas bien conocidas, que en España concretamente son Trident y Bubbaloo, en chicles; Halls, Dulciora y Respiral, en caramelos, y Cadbury, Huesitos y Tokke, en chocolates. En lo que se refiere a agencias, ambas compañías trabajan básicamente con los grupos WPP e Interpublic, con alguna excepción. En España, Kraft lo hace con Bassat Ogilvy, DraftFCB y Mediavest, y Cadbury, con JWT Delvico, Publicis CPG, la barcelonesa Puig y Starcom Mediavest Group.