¿Lo metí todo? No sé por qué tengo la sensación de que se me olvida algo... Veamos: las chanclas, las bermudas, la camiseta nueva a estrenar para la primera noche, la camisa para la segunda (que tenemos la cena de la agencia y además la noche del viernes es la buena, o no, depende… el año pasado… en fin), americana por si me da por arreglarme un poco la noche de la entrega (imagínate que me toca subir… ), aunque seguramente , si hace sol, claro, apuraré en la playa hasta última hora con los colegas de mi ex-agencia, (normalmente con los de la más ex-agencia de todas) y no me dará tiempo de pasar por el hotel… Total, si siempre suben los mismos… (por cierto ¿en qué hotel estamos este año? Joder, cada año más lejos)…
No sé, creo que no se me olvida nada. O quizás sí. Se me olvidaba que también vamos a criticarnos, a desilusionarnos, a justificarnos, a felicitarnos (unas veces, de verdad, y otras, de mentira), y, cómo no, a silbarnos. Un año mas vamos a hacer todo lo que forma parte de este apasionante -y a veces hasta obsesivo- juego de los festivales que, no se por qué razón, suele despertar nuestro lado más capullo. Pero, un año más, se gane o no (cosa que tampoco es que le importe mucho a mi familia, ni a mis amigos, ni a nadie que no se dedique a esto), me voy cuatro días con todos los gastos pagados a una de las ciudades más bonitas del mundo, a comer y beber cojonudamente, a reír y besar tanto como pueda, y a hablar de cosas tan trascendentales como si estoy o no estoy de acuerdo con el gran premio de radio, o lo poco creíble que es el acting de ese anuncio… Casi olvido no olvidar que soy un privilegiado por dedicarme a esto de la publicidad.
Álvar Suñol
Director general creativo de Bassat Ogilvy en Madrid