El whisky y los trajes grises, las corbatas y los batallones de secretarias, el humo de los cigarrillos y los despachos… El ambiente que se recoge en la serie Mad men, que emite en España Canal+ y relata la vida en una agencia de publicidad neoyorquina en los primeros Sesenta, revela diferencias notables con lo que uno puede encontrarse en una agencia actual. La esencia del negocio, sin embargo, no parece haber cambiado en exceso.

Anuncios quiso conocer la opinión de los profesionales españoles sobre esta serie de publicitarios y se la pidió a un número no pequeño de ellos. La muestra no tiene que ser representativa, pero el caso es que la mayoría comentó que no seguía la serie. Sin embargo, recibimos dos opiniones, las de Flocelo Puig y Luis López de Ochoa, que reproducimos parcialmente a continuación (la versión completa se puede encontrar en el último número de Anuncios). 

En contraste con este aparente desinterés entre la grey publicitaria local, en estados Unidos la serie ha despertado bastante interés entre los publicitarios. Un artículo en The New York Times comentaba que muchos se reúnen para verla, la revista Advertising Age ha publicado un número falso que imita el look de la publicación en aquellos años, y el One Club ha inaugurado una exposición sobre las figuras y las campañas que marcaron aquella época de la historia de la publicidad.
También la serie está teniendo impacto, como lo demuestra que los almacenes Bloomingdales haya realizado escaparates siguiendo la estética de la serie, que el fabricante de mecheros Zippo haya lanzado una línea de encendedores con la imagen de Mad Men; que algunas tiendas hayan creado líneas de ropa inspiradas en la época, que se haya editado un CD con la música de la serie y se haya editado un calendario con imágenes de la misma.