
Si ayer, en este mismo espacio, se hablaba de cómo la mayor parte de las campañas lanzadas por las marcas en respuesta inmediata a la crisis global provocada por el COVID-19 trabajaban prácticamente con los mismos códigos, hoy nos hacemos eco de la iniciativa puesta en marcha por un grupo de profesionales de la industria publicitaria en España que trata de desmarcarse de ese mensaje unívoco. Su propuesta es, antes de dar las gracias, pedir perdón por no haber sabido valorar a tiempo la labor de los profesionales que hoy están en primera línea para luchar contra la pandemia.
“Desde que la crisis del COVID-19 se instaló en nuestras vidas y pasó a convertirse en la única y exclusiva preocupación de todos, los medios de comunicación se han llenado de campañas publicitarias que abordan la problemática desde una perspectiva casi idéntica”, se explica en el comunicado lanzado por el grupo impulsor de esta iniciativa. “Marcas, corporaciones, fundaciones e instituciones públicas han variado sus estrategias de comunicación sobre la marcha para incorporar la actualidad (marcada por un hecho extraordinario y sus extraordinarias consecuencias) a sus mensajes publicitarios, independientemente de si están vendiendo cacao en polvo, energía renovable, la gestión de un gobierno o el anhelo de unas cañas en un bar”. Reconocen que esta forma de actuar es lógica: “El carácter global de esta crisis hace muy difícil establecer diferencias entre unas sociedades y otras (hacerlo, además, sería contraproducente e insensato). Se difuminan las fronteras ante un problema que es de todos, y en el que todos actuamos de una manera muy similar. El carácter urgente e improvisado de muchos de estos mensajes ha provocado que la mayor parte opten por los mismos conceptos: el heroísmo, la exigencia de responsabilidad, y de forma mayoritaria, el agradecimiento”.
Pero su propuesta es diferenciarse de esa homogeneidad argumental de muchas de estas campañas, “creemos que existe la oportunidad, casi la obligación, de lanzar un mensaje que, desde la honestidad, no solo aspire a tocar el corazón de la sociedad, sino que intente reconocer algunos errores obvios y aspire a provocar cierta reflexión”.
Uno de esos errores es no haber reconocido antes “la importancia fundamental y el valor del trabajo diario de los que hoy luchan en primera línea de batalla contra el virus. Ciudadanos y ciudadanas que hacen hoy lo mismo que hacen siempre, algo que de pronto cobra un sentido y un valor extraordinarios. Creemos que antes de dar las gracias, infinitas, debemos hacer algo más importante y difícil: pedir perdón”.
Pieza
Perdón se titula la pieza creada por este grupo de profesionales que se ha enviado a medios de comunicación, sindicatos, confederaciones empresariales... y se está diseminando por las redes, “pidiendo a la gente que la haga suya y que suscriba ese perdón que queremos expresar de forma masiva”.
Los impulsores de la misma prefieren mantener su anonimato, “por coherencia”, señalan. También apuntan que les hubiera gustado que algo así hubiera surgido de alguna de las marcas para las que trabajan pero, como no ha ocurrido, y “como creemos que es algo que alguien debe decir, hemos decidido hacerlo y regalarlo a la gente, con la aspiración de que todos y cada uno de nosotros nos coloquemos tras ese símbolo”. Y, añaden: “Sólo a través de la disculpa podemos aspirar a un agradecimiento real. No hay forma más sincera de dar las gracias que reconociendo aquello en lo que nos hemos equivocado durante décadas. Para que no vuelva a ocurrir, y para que el agradecimiento que hoy expresamos con nuestros gestos se convierta en parte esencial de una sociedad que debería salir reforzada de una crisis que también es de valores. Porque si aprendemos lo que no hemos hecho bien, probablemente saldremos mejor”.