
José María Piera, director de desarrollo de clientes y negocio de Wunderman Thompson, publica en Anuncios las reflexiones que compartió con el equipo de la agencia una vez realizada la campaña Mil trasplantes, mil historias, para el Hospital Clínic, con la que ha estado muy vinculado.
"He tenido el privilegio de haber estado en la ficha técnica del Gran Prix de los Cannes Lions cuando un Grand Prix era un Grand Prix (supuestamente, el mayor galardón reservado para un publicitario). En la de varios Leones de oro, plata y bronce. Cuatro veces en las del Gran Premio en el Sol. En la de varios Effies de Oro. Y en las de innumerables premios más. Incluso cuelgan de mis paredes algunos reconocimientos de la industria cinematográfica o de la musical. Que integrantes muy cualificados de distintos Jurados reconocieran la excelencia o eficacia de trabajos en los que he participado sin duda alguna ha alimentado mi ego y, más importante aún, me aportó seguridad e impulsó mi carrera profesional. Por tanto, debo muchísimo a los premios. Pero me siento mucho más en deuda con todos aquellos proyectos en los que he participado sabiendo que mi trabajo, poco o mucho, contribuía al progreso de la sociedad y servía para cambiar a mejor la vida de las personas.
De hecho, cuando me peguntan de qué campaña de todas las que he participado me siento más orgulloso, mi respuesta es siempre la misma: una que hice hace muchos años para la Fundación Mensajeros de la Paz que ni siquiera fue inscrita en un Festival Publicitario y que muy probablemente casi nadie recuerde hoy. Pero que cambió decisivamente y a mejor la vida de unos cuantos menores de este país.
Por eso me complace enormemente presentar hoy este trabajo para el Hospital Clínic de Barcelona que, aprovechando el hito de su trasplante de riñón número 1000 proveniente de donante vivo, hemos creado en + Wunderman Thompson para impulsar la donación en nuestro país. Mil trasplantes, mil historias nos ha llevado casi diez meses de trabajo, pero nos ha puesto en contacto con personas que, demostrando una generosidad y amor extraordinarios, han donado un órgano vital a otra persona para darles vida. Nos ha regalado la impagable experiencia de tratar con un cuadro médico de enorme prestigio internacional de una cualidad humana fuera de lo común que, además, ha confiado ciegamente en nosotros. Ha permitido que los equipos de la agencia implicados en el mismo se cohesionaran y vibraran como pocas veces hacen, sin pensar en otra recompensa que en su contribución a una muy buena causa. Nos ha acercado a las empresas que nos han ayudado en esto, como la productora Ananda o la agencia de medios Wavemaker. Y nos ha convertido en potenciales y convencidos donantes. Como ven, una campaña que nos ha dado mucho.
Por tanto, estoy convencido - de hecho, puedo afirmarlo porque se lo he preguntado - que si pudieran volver diez meses atrás y les repitiera la pregunta: ¿quieres participar en un proyecto pro-bono que vamos a hacer para el Hospital Clínic que…?, aun conociendo el esfuerzo y las horas que ha costado llegar hasta aquí, y sabiendo que su nómina no se vería afectada en lo más mínimo por ello y que perderían algunas horas de sueño, unánimemente me responderían lo mismo: ¿Cuándo empezamos?
Por último, estoy seguro también de que, cuando dentro de unos años alguien les pregunte por qué campañas en que han participado sienten más orgullo, Mil Trasplantes Mil Historias será una de las que acudirá a su cabeza. Porque, sin falsas modestias, es muy buena. Pero, sobre todo, porque no hay recompensa mayor que el dividendo emocional".
Todas las historias están disponibles en miltraspalantesmilhistorias.org.