Josefina Martínez Gastey (1931-2021) es toda una institución de nuestra historia publicitaria. Su nombramiento en 2016 como Académica de Honor (una de las 6 mujeres que hasta el momento lo ha recibido) así lo avala. Por eso, esta nueva entrega de Pioneras Publicitarias le rinde homenaje, dando a conocer aquí otros aspectos de su legado que van más allá de ese reconocimiento.
Encontrarse a finales de los 60, siendo mujer, dirigiendo el departamento de investigación de una agencia multinacional como Lintas, y hacerlo durante casi 40 años, no fue casualidad. Moderna, vital, espontánea, detrás de su éxito están sus múltiples capacidades, su inteligencia y su talento, pero también los dos pilares fundamentales que le inculcó su familia: el valor del trabajo y el cuidado de los vínculos.
El primero la impulsó para adquirir una formación sólida, inusual en las mujeres de la época y también en los profesionales que por entonces trabajaban en publicidad. Simultaneó los estudios de Química y Filología, y ya en 4º curso de ambas carreras, se decantó por la segunda, en la que llegó a ser doctora. Hablaba inglés y francés, lo que le supuso una enorme ventaja en un momento en el que estaban llegando a España las multinacionales. Al iniciar su camino en la investigación publicitaria y percibir el desconocimiento que se tenía del consumidor en las agencias y los anunciantes, decidió estudiar Psicología. Así es como fue poco a poco trazando el camino y estableciendo las bases de la investigación publicitaria en España. Realizando un trabajo sistemático e intenso, sin parar. Porque, como es lógico, tuvo también que desempeñar una labor didáctica. Por un lado, para convencer a muchos anunciantes de las ventajas que tendría invertir en investigación y, por otro, instruyendo al personal que iba incorporándose a su departamento a medida que aumentaban progresivamente las necesidades de los anunciantes. Además, impartió clases en la Escuela Oficial de Publicidad, donde fue quizás la primera profesora de Psicología de la Publicidad del país, llegando a convertirse en principal referente del campo, como evidencian las numerosas conferencias que impartió, su participación en el EGM o Aedemo, y los manuales en los que colaboró.
A veces, la profesión y la vida son un espejo. Traductora, directora, investigadora, experta, profesora, asesora, escritora y, a la vez, compañera, mentora, amiga, jefa, hermana, madre. Siempre trabajando para convecer a clientes, pensar estrategias, defender equipos, crear escuela y hacer familia. Porque todo esto lo hizo aplicando el segundo pilar que había aprendido en casa: cuidar los vínculos establecidos con personas de los distintos entornos en los que trabajó. Sobre todo, gracias a su generosidad, sensibilidad y empatía, virtudes que nunca empañaron su rigor. Y, de algún modo, esos vínculos subsisten. Por eso, para toda la profesión Josefina era y sigue siendo “La Pepa”. Así lo hemos constatado en nuestra investigación, ya que es una de las profesionales más recordada, y de manera muy especial por otras publicitarias, muchas de las cuales fueron sus alumnas y con las que parece que ejerció también como mentora. Marisa Mariño, que primero fue alumna y después su ayudante en Lintas, recuerda que “Josefina se sentía especialmente orgullosa de las estudiantes y creó escuela, ya que muchas elegían la rama de investigación por ella”.
Se evidencia aquí la importancia de tener referentes sólidos para orientar las carreras profesionales. Quizás, gracias a la influencia de Josefina Martínez Gastey, la investigación es uno de los sectores publicitarios donde ha sido siempre más habitual encontrar mujeres.
Es difícil asegurarlo, pero, en cualquier caso… ¡Gracias, Josefina! y ¡Gracias, Pepa!
Pioneras Publicitarias es un proyecto de la Universidad de Ciencias Sociales, Jurídicas y de la Comunicación de Valladolid en colaboración con el Centro de Documentación Publicitaria y el patrocinio de AEA, Anuncios, Mediaplus Equmedia y Ogilvy.
