Diario Pueblo. Septiembre de 1953. Flanqueada por dos fotografías de Gumersindo Sainz, su marido, encontramos el único retrato que hemos podido localizar de Montserrat Barta, nuestra protagonista de hoy.
Santiago Córdoba y Memegam, periodista y fotógrafo del diario, se han acercado a casa del matrimonio para hablar de la última exposición del pintor. Tras una breve conversación sobre la obra de Saiz, aparece Montserrat y despierta la curiosidad del reportero:
- También es pintora, ¿sabe?
- ¿Y cómo firma?
- Montserrat Barta.
- ¿Pinta bien?
- ¿Quién, ella o yo?
- Ella.
- Sí, dibuja y pinta al pastel. (…)
- ¿Se conocieron pintando?
- Acertó. (…)
- La mejor obra ¿quién la firmó: usted o usted?
- Ella.
- Pues a mi juicio, la mejor obra no la hemos hecho aún. (…)
- Voy a traerle un cuadro para que se haga una idea – ofrece la señora.
- (Cuando desaparece, le digo a él confidencialmente). ¿Efectivamente pinta bien su señora o es galantería de caballero?
Montserrat Barta Prats, representada en esta entrevista casi como una aficionada, fue una prolífica dibujante, pintora e ilustradora que llenó de imágenes las páginas de las revistas de moda en las décadas de los Cuarenta y Cincuenta.
Nacida en Barcelona en 1906, estudió en la Escuela de Bellas Artes de la ciudad, donde se especializó en temas infantiles. Desde muy jovencita participó con sus hermanos en certámenes de dibujo y pintura. En los años 30 se introdujo en los círculos revolucionarios de la ciudad, donde conoció a Gumersindo Saiz Morales, pintor con el que más tarde contraería matrimonio. En 1939 se exiliaron a Francia, de donde regresaron un año más tarde.
En los años Cuarenta, sus figurines empezaron a aparecer en revistas como El Hogar y la Moda, Maniquí o Alta Costura. Sus niños de grandes ojos y caras redondeadas marcaron el tono de la moda infantil de la posguerra. En este período también diseñó postales para diferentes editoriales de Barcelona y recibió el encargo de ilustrar la edición de El Quijote del Instituto Nacional de las Artes.
En esa misma época. Montserrat Barta se convirtió en la ilustradora principal de los materiales promocionales de la fábrica de productos de perfumería y jabones Blancaflor, ubicada en la Garriga, y popularmente conocida como ‘la Blavi’. Creó la imagen de marca de la compañía y diseñó logotipos, etiquetas y cartelería para los productos de perfumería y belleza de las líneas Cutifina, Blancaflor, 1800, Fixalín, Negrina, Cremacao y Esplendor Andaluz. Algunos de los originales, bocetos y pruebas de imprenta de estas etiquetas se conservan en el Musseu del Disseny de Catalunya.
Su trabajo, como el de muchas otras ilustradoras, ha pasado desapercibido. Valgan estas líneas para recuperar algunos de sus dibujos y agradecer la aportación de Montserrat Barta a la historia de nuestra publicidad.
Pioneras Publicitarias es un proyecto de la Universidad de Valladolid en colaboración con el Centro de Documentación Publicitaria y el patrocinio de AEA, Anuncios, Mediaplus Equmedia y Ogilvy. Autores: María Cruz Alvarado López, Sergio Rodríguez, María Begoña Sánchez Galán.