El pasado mes de abril, Burger King mejoró la receta de su Whopper en Corea del Sur. En busca de invitar a los consumidores a disfrutar de esta mejora, Cheil ha desarrollado un proyecto por el que la cara más reconocible de la cadena de restaurantes, su icónico rey, ha recorrido las calles de varias ciudades para imprimir en la piel de los transeúntes un tatuaje canjeable por un Whopper y un refresco.
Bajo el título de Whopper tattoo, la acción ha servido también para conmemorar el cuarenta aniversario de la llegada de Burger King a Corea del Sur.
Durante los meses de julio y agosto, la gente podía toparse con el rey de Burger King. Concretamente, los que discurriesen por las calles de Haeundae y Gangnam, ubicadas en las ciudades de Busan y Seúl, respectivamente. Si se encontraban con él, el rey les imprimía en alguna parte de su cuerpo un tatuaje que incluía un código de barras que podía ser escanearse en los restaurantes de Burger King.
Los impactados por esta iniciativa podían elegir entre cincuenta diseños elaborados por tatuadores profesionales. Estos tatuajes eran temporales y se eliminaban mediante el lavado o desaparecían de manera natural en dos o tres días.
De acuerdo con la información facilitada por Cheil, las ventas de los restaurantes Burger King se dispararon hasta un 208% durante la campaña —en comparación con la semana previa a su desarrollo—.