Cinco minutos y medio de una historia que comienza de una manera, pero que termina de otra muy diferente. Un relato en el que la muerte del abuelo de la familia dibuja la trama y en el que se demuestra que, en la vida, la felicidad y la dignidad propia distan muchas veces de las ambiciones que desde fuera se buscan imponer. En estos términos puede definirse la campaña de Navidad de Chevrolet, cuya creatividad es obra de la agencia Anomaly.
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La película comienza durante una reunión familiar en la que un grupo de allegados abruman a un joven en relación con sus futuros planes para estudiar en la universidad. Su padre, animado por su abuela, le rescata de tan inmerecido castigo para primero visitar el granero y después dar una vuelta en la camioneta de su recién fallecido abuelo: una Chevrolet de 1987.
El paseo, durante el que suena Time in a bottle, de Jim Croce, da pie a confesiones quizás jamás escuchadas. El abuelo fallecido, artesano de la construcción, se presenta como la ambición para su nieto, pues su meta en la vida pasa por seguir su ejemplo. El padre, por su parte, comparte su remordimiento por no haber sido capaz de seguir los pasos de su progenitor, y le dice a su hijo que no tiene por qué preocuparse, pues ya es como su abuelo.
Detrás de este proyecto, que se titula The Sanctuary, también están la productora Smuggler y un cineasta ganador de un Oscar, Tom Hooper, quien ha dejado su sello en la realización de la pieza.
La pieza se estrenó durante el pasado Día de Acción de Gracias. Y, más concretamente, durante la retransmisión de la NFL. El anuncio se emitirá durante toda la temporada navideña.