Su tecnología, su diseño, sus prestaciones o sus sistemas de seguridad podrían haber el hilo conductor escogido para dar cuenta sobre el lanzamiento del nuevo Jeep Grand Wagoneer. Pero en un giro absoluto del tono que habitualmente emplea el sector de la automoción, la marca propiedad del grupo Stellantis ha decidido recurrir a la idea de que el sexo vende y promocionar el modelo diciendo que se trata del vehículo con el interior más apropiado para mantener relaciones sexuales.
Creada por la agencia Highdive, la campaña, difundida en redes sociales bajo el título de The family SUV, combina humor, provocación y estrategia de marca para reposicionar este modelo, aludiendo a una mayor accesibilidad en un modelo históricamente ligado al segmento premium. Y no solo a través del mensaje, también con hechos como un precio de acceso más bajo que en generaciones anteriores.
Una campaña basada en hechos reales
Con el objetivo de mantener un ADN premium pero dotar al vehículo de una mayor cotidianidad y versatilidad, la campaña está protagonizada por la cómica Iliza Shlesinger, quien interpreta a una creativa que presenta al equipo de marketing de Jeep una propuesta basada en un artículo real de Jalopnik en el que se que calificaba al Grand Wagoneer como “el mejor coche para tener sexo”. A medida que el equipo plantea objeciones clásicas del marketing del sector —como la necesidad de mostrar familias felices, seguridad o diseño elegante—, Shlesinger reinterpreta cada una de esas objeciones en clave de humor, aprovechando para destacar atributos reales del vehículo: amplitud, confort, tres filas de asientos, y detalles y equipamiento de lujo.
La historia se articula alrededor de un spot de tres minutos de duración que combina comedia con información de producto, y que se difunde en redes sociales como Instagram, Facebook, TikTok y X.





