
Editorial 1599: ‘El viaje de El Sol a Madrid, un acierto’
Reinventarse o morir. Pocas veces esta máxima viene tan a colación como en el caso del movimiento realizado este año por El Sol. Un festival que ha cumplido 34 años y que en esta edición se ha reinventado para no morir, porque lo cierto es que en los últimos años en Bilbao el festival había entrado en un claro aletargamiento que, de continuar, podría haber acabado con el propio certamen o, al menos, hubiera puesto en peligro, casi por inanición (y, por qué no decirlo, por la manifiesta ausencia de algunas de las agencias más creativas del país y de sus primeros espadas), el prestigio del que goza y que muy hábilmente la organización se ha encargado este año de recordar: El Sol figura entre los dieciocho festivales más importantes del mundo.