
Estas fueron algunas de las ideas clave que se comentaron en la mesa redonda organizada por Merkle, compañía del grupo dentsu especializada en integrar datos, tecnología y creatividad para transformar experiencias, en colaboración con Anuncios.
“En Merkle, y en el grupo dentsu en su conjunto, tenemos dos vocaciones: por un lado, hacer crecer a nuestros clientes; por otro, tener un impacto positivo en la sociedad. Lo bonito de la accesibilidad es que aúna ambas cosas. A menudo se entiende la accesibilidad como una norma o una exigencia legal. Lo es. Afortunadamente, la ley empuja en esa dirección. Otras veces, se percibe como un deber ético. Pero hoy vamos a ver que también es una cuestión de supervivencia empresarial. Las compañías que no sean capaces de abrirse y acoger a la sociedad en su conjunto están abocadas a desaparecer.”
Así de categórica se mostraba Brezo Lampaya, chief revenue officer de Merkle, a la hora de presentar y dar la bienvenida a los asistentes de la mesa redonda La inclusión no se diseña sola. Innovación y conocimiento desde la accesibilidad, en la que se buscaba analizar el concepto de la accesibilidad presente y futura, así como las palancas que están activando las marcas para crear experiencias más inclusivas.
La conversación, que moderó Ana Aísa, head of user experience de Merkle, arrancó con un pequeño reto. En quince segundos los asistentes tenían que enhebrar una aguja, una acción que pudo generar sensaciones muy distintas en los asistentes, unos alcanzando el objetivo y otros no. Este sencillo ejemplo servía para ilustrar una realidad: más de 100 millones de personas en la Unión Europea conviven con la discapacidad cada día y transitan el hilo emocional que nos identifica con ellos cada vez que intentamos utilizar tecnología que no es accesible. Y es que, aseguraba Aísa, es el mal diseño el que discapacita a las personas. Por el contrario, el buen diseño las habilita y eso se consigue a través de una palabra que escuchamos mucho durante la mañana: la empatía.
Fueron cuatro profesionales los que abordaron desde sus distintas perspectivas la accesibilidad como puerta de acceso al conocimiento en general y al entorno digital en particular. Sergio Verdasco, director de negocio de ILUNION Accesibilidad; Lourdes González, responsable del departamento de accesibilidad tecnológica en Fundación ONCE; Nagore Bilbao, innovation project manager en Samsung, y David Pérez, VP of sustainability & public affairs de Cabify nos hicieron llegar su forma de entender la accesibilidad en el siglo XXI.
Verdasco abría la jornada reconociendo que la accesibilidad es un reto que nos interpela a todos, de un modo u otro. “La accesibilidad es blanco y negro. No hay grises. O puedo o no puedo. Desde ILUNION intentamos que las organizaciones lo entiendan como algo que tiene que estar en la ecuación, en la toma de decisiones. En el origen, en el por qué vamos a hacer las cosas y, sobre todo, para quién. Haciendo un símil en entornos IT con ciberseguridad, a quién en su sano juicio hoy día se le ocurre pensar en un producto o servicio que no lleve embebida la ciberseguridad”. Y subrayaba que hay que ir un paso más allá de la normativa. “Es un ejercicio de pura empatía. Es algo que además tiene muchísimo interés a nivel de negocios. Hay un 15% de la población mundial con algún tipo de discapacidad en el mundo que consumen y, si no tenemos esto en cuenta, estamos cerrando puertas a potenciales clientes, aunque sea por puro afán empresarial”.

Lourdes González completaba esta visión y hablaba de que la accesibilidad es una característica que debe cumplir una triple perspectiva: tiene que contemplar la diversidad humana (“eso da lugar a que, en un momento dado de nuestras vidas, podamos tener problemas con el uso de la tecnología”), la diversidad tecnológica (“no todos usamos los mismos navegadores, dispositivos o tipo de conexión”) y la diversidad ambiental (“cómo el contexto nos influye”). Y reiteraba la importancia de que sepamos que con la accesibilidad salimos beneficiados todos.
Marcas como Samsung han demostrado su compromiso más allá de modas y normativas. “En Samsung llevamos muchísimos años comprometidos con la accesibilidad, desde el diseño hasta la comercialización de nuestros productos y servicios. Consideramos que cualquier persona, independientemente de sus capacidades, debe beneficiarse de la tecnología”, reconocía Nagore Bilbao, que explicaba que la marca aboga por crear un entorno tecnológico inclusivo con ayuda de asociaciones, fundaciones y usuarios reales de todo el mundo.
Por último, David Pérez también compartió la labor pionera de Cabify en este territorio. “Cabify es una empresa 100% tecnológica con una parte analógica, que también es clave, porque todos utilizamos vehículos conducidos por otras personas que nos llevan. Nuestra aplicación solo tiene sentido si cualquier persona puede usarla con facilidad. Aquí entra el concepto de inclusiva”. Pérez, que se apoyó en el término coherencia en diferentes momentos de su discurso, aseguró que es más sencillo diseñar desde la accesibilidad desde el inicio a intentar modificar cosas ya diseñadas. De hecho, la aplicación de Cabify es 100% accesible para personas ciegas.
Tecnología como habilitador
Precisamente, en un segundo bloque, la conversación versó sobre cómo diseñar experiencias digitales inclusivas. En el caso de la empresa de movilidad, su directivo resaltaba la importancia de trabajar con las asociaciones. “Todo nuestro desarrollo tecnológico ahora mismo se valida con ONCE y Fundación ONCE”. Cabify ha presentado la categoría Access recientemente con vehículos adaptados para personas con silla de ruedas. “Es un trabajo continuo y un compromiso con mucha exigencia. Y la tecnología es un habilitador clarísimo”.
Los centros de I+D de Samsung cuentan con un área específica dedicada a la accesibilidad, donde trabajan personas con diferentes discapacidades. Su experiencia permite al equipo de diseño entender mejor sus necesidades reales y desarrollar soluciones más inclusivas. “Tenemos un laboratorio de pruebas con usuarios reales para validar y verificar que esas funcionalidades que hemos desarrollado son realmente útiles y prácticas”. Más allá de la guía de voz o la función de amplificación para lengua de signos, Samsung tiene su propio asistente de voz, Bixby, que funciona con comandos de voz al que han incorporado nuevas funcionalidades como la transcripción en tiempo real de llamadas telefónicas o Bixby Visión que, enfocando la cámara a cualquier objeto, es capaz de reconocer de qué se trata. La concienciación de sus empleados también está en la política de la compañía tecnológica.
Estas dos empresas son claros ejemplos de cómo se debe proceder, pero no es así en todos los casos. Lo recordaba Sergio Verdasco, aunque reconocía que la normativa (la Ley Europea de Accesibilidad pasa a ser de obligado cumplimiento en unos días, a partir del 28 de junio de este año) está moviendo la conciencia empresarial. “En entorno bancario hay mucho trabajo por hacer”, indicaba y ponía ejemplos del acto de fe que puede llegar a suponer, por ejemplo, sacar dinero cuando tienes una discapacidad visual. “Hay que empatizar con los problemas que tiene la gente en su día a día, cambiar procesos y profundizar en esos cambios para hacer completa la accesibilidad”. Hay que partir de la sensibilización y la formación, sintetizaba González. “Empatía y conocimiento tienen que ir de la mano”.
Casos
En un tercer bloque, la mesa se orientó a analizar de qué manera la accesibilidad digital ha impulsado la innovación en sus empresas, y se expusieron casos que sirven para ilustrarlo.
En Samsung tienen claro que la accesibilidad no es un extra, sino que es “un impulsor de la innovación y nos hace mejorar”. Tecnología con Propósito es uno de los mejores ejemplos desarrollados por la marca a nivel local. La accesibilidad y el bienestar es una de las ramas en las que se divide este programa que lleva trece años activo. “Tiene como objetivo romper barreras a través de la tecnología y aportar un valor real a la sociedad”, comentaba la directiva de la marca. Tallk, que permite a los enfermos de ELA comunicarse a través de la mirada, Impulso, una aplicación que facilita la comunicación a personas que tienen dificultades en el habla, Unfear, pensado para personas con trastorno del espectro autista, o Ayho, en la que colaboran con la Fundación ONCE para promover la inclusión social y laboral, son algunas de las iniciativas que resaltó Bilbao.
Desde la Fundación ONCE ayudan a las entidades a desarrollar su parte accesible. Y entre sus iniciativas, Lourdes González destacó un estudio sobre el impacto de la inteligencia artificial generativa en las personas con discapacidad que sufren soledad no deseada (“queremos ver el equilibrio entre el potencial de la IA, pero también identificar los riesgos que supone esta tecnología”) y otro sobre robótica asistencial para ofrecer orientación y guía a personas con discapacidad en entornos que son complejos como estaciones de tren o centros comerciales.
En Cabify tienen claro que dar respuesta al aproximadamente 5% de usuarios con alguna necesidad específica en discapacidad, beneficia al otro 95%. E insistía en la tecnología como habilitador. “Poner la tecnología a disposición del trabajo de accesibilidad e inclusión es vital y básico”, contaba Pérez, que añadía: “hay un reto gigante que afecta a un colectivo pequeño, pero necesita un desarrollo enorme. Yo estoy invitado dentro de una semana a ir a Shanghái a probar taxis en drones que mueven personas y coches autónomos que hacen trayectos perfectos. La tecnología la tenemos. Hay que tomarse las cuestiones seriamente. Y estoy muy de acuerdo con lo que decía Sergio Verdasco, aquí no hay grises. O lo haces bien o no lo haces. Y hacerlo bien tiene un coste”. El directivo se manifestó a favor de la regulación “porque eleva el estándar” y habló de que el proyecto de Cabify es coherente: “tiene que ver con accesibilidad, con descarbonización, con transformar la movilidad, en ciudades en las que creemos todos”.
En este punto, Ana Aísa recalcaba la importancia de que las empresas entiendan que “la accesibilidad ayuda a innovar, más que un coste, es un impulsor”.
La innovación abre las puertas a la accesibilidad y, junto a la tecnología, permite mejorar la experiencia de los usuarios que, muchas veces, encuentran trabas en lo analógico. “Una habitación de hotel se puede convertir en una cárcel. Impide una autonomía, que es por lo que se lucha”, comentaba Sergio Verdasco, que pedía al sector turismo, entre otros, un mayor esfuerzo.
Y es precisamente desde esa urgencia - ética, social y de negocio - desde donde se impulsan iniciativas como esta. Porque la accesibilidad no es un añadido. Es una forma de innovar, de diseñar mejor y de conectar con más personas.
Las organizaciones que lideran este cambio, como Samsung, Cabify, ILUNION o Fundación ONCE, lo demuestran cada día con hechos. Y también lo hacen Merkle y Dentsu, impulsando espacios de reflexión como esta mesa redonda y acompañando a sus clientes para que la accesibilidad forme parte del diseño desde el origen, no como excepción, sino como norma. Porque cuando se diseña para todos, se diseña mejor. Y hacerlo bien no es opcional. Es lo único que tiene sentido.
Descripción del vídeo resumen mesa redonda Merkle: Aparecen unas sillas con los ponentes y detrás una pantalla en grande con el texto "La inclusión no se diseña sola. Innovación y conocimiento desde la accesibilidad". Se ve al público asistente al evento. Se suceden diversas escenas en las que los distintos ponentes hacen su intervención. El público interviene la jornada haciendo preguntas a los ponentes. Finalmente, el público aplaude y los cinco ponentes posan juntos.
Merkle cuenta con más de 400 profesionales en España especializados en Customer Experience Management. Dentro de su estructura, un equipo transversal ha sido formado específicamente en accesibilidad digital, con experiencia en proyectos tanto para clientes institucionales como privados, a nivel nacional e internacional.
Desde hace años aplica como estándar mínimo las pautas internacionales?WCAG (Web Content Accessibility Guidelines), que definen el nivel de accesibilidad de los entornos digitales. En concreto, trabaja con el nivel?AA?como base y ha desarrollado proyectos bajo criterios?AAA, el nivel más exigente. En 2024 reforzó su compromiso colaborando con el Grupo Social ONCE en iniciativas como el portal que gestionará las ayudas de Fundación ONCE (personas físicas y jurídicas), el rediseño de la tarjeta +ONCE o la mejora de comunicaciones accesibles para ILUNION. También lidera proyectos internacionales, como la implantación de estos estándares en General Assembly o la creación de la primera práctica europea de accesibilidad junto a Siteimprove.