
La nueva campaña de Famosa, obra de DDB, hace una apelación convenientemente contemporánea a que los padres aprovechen para jugar con sus hijos mientras estos tienen una edad en que eso les parece un buen plan. La necesidad de emplear la retórica y herramientas de comunicación del siglo no han impedido a agencia y anunciante aprovechar el famosísimo jingle navideño de Famosa, una de las creaciones de la publicidad española que con mayor rotundidad se han instalado en la cultura popular española. En su número especial La mejor publicidad de fin de siglo, publicado en 1999, Anuncios contó la génesis de esa campaña, obra de Clarín. Y lo hizo así:
“’Las muñecas de Famosa
Se dirigen al portal,
Para hacer llegar al niño
Su cariño y su amistad.
Y Jesús, en el pesebre,
Se ríe porque está alegre.
Nochebuena de amor,
Navidad jubilosa…
¡Es el mensaje feliz
De las muñecas Famosa!’”
“Y es también, con el tiempo, un villancico que se ha escapado de las manos de esta compañía alicantina de juguetes para avisar por sí solo del advenimiento de las fiestas navideñas. La canción nacía a principios de los años setenta. Se acercaba la Navidad y el fabricante de juguetes Onil encargó a su agencia de entonces, Clarín, una campaña de cara a las fiestas. “Famosa tenía muchas muñecas distintas y al no poder anunciar cada una de ellas individualmente se hizo una película general que recogía toda la gama”, comenta José Antonio García Crespo, director de cuentas de Clarín en aquel entonces.
“El mercado de aquel entonces “era muy amplio y las marcas aún no se conocían”, explica José Antonio Santana, actual director de marketing de Famosa. “En ese momento tenía sentido dar a conocer una marca de muñecos porque, a diferencia de ahora, no se pedían juguetes específicos”, añade.
“Como era Navidad, y ya que había que mostrar toda la gama de Famosa, se escogió como escenario un belén en el que cada muñeca asumía un papel en la representación del nacimiento del niño Jesús. De fondo, un villancico. Ése que se ha convertido por tanto tiempo en la melodía insignia de esta marca de muñecas. Luis Figuerola-Ferretti escribió la letra y Jaime Pérez la trasladó a un pentagrama. El primero afirma que “el spot era una escenificación del ‘jingle’. Las muñecas hacían lo que dice la canción. Eran unos muñecos que se dirigían, con toda su torpeza, al portal, donde un niño cursilísimo les miraba encantado de la vida. Duraba los 20 segundos del jingle. Era un impacto social”.
““Por aquel entonces”, continúa Figuerola, “todos los spots eran muy didácticos y por eso este resultó muy novedoso. Los anuncios en televisión presentaban trajes de muñecas, bebés que lloraban... y pensamos: ‘¿Por qué no hacemos algo distinto, un spot que se salga de lo normal?’. Un christmas navideño, por ejemplo’. Y así enseñamos toda la gama de productos”.
“Aquel jingle fue grabado por profesores de la Orquesta Nacional. Como era el uso, fue una composición muy elaborada. Y, después, a lo largo de los años, el villancico ha sido interpretado por bandas y coros de la talla del Orfeón Donostiarra.
“Aquel spot, “una felicitación navideña” más que otras cosa, según García Crespo, pervive aún. Las muñecas de Famosa siguen anunciando, aunque mucho más tímidamente, la llegada de la Navidad. El villancico empieza a agotarse como estrategia publicitaria pero las televisiones españolas siguen recibiendo las Pascuas con esta canción. Fieles, casi por treinta años, al mensaje feliz de las muñecas de Famosa”.