
No pecaron de falta de ambición los mensajes que la publicitaria australiana Laura Jordan-Bambach lanzó a los creativos: “Nosotros tenemos el poder de dar forma al futuro. Nosotros tenemos la capacidad de mostrar los sueños y caminos que otros pueden seguir. Nosotros tenemos la posibilidad y la responsabilidad de explorar el futuro y plantear retos sobre el mismo”. Jordan-Bambach es socia de la agencia londinense Mr. President y directora de SheSays, organización que anima a las mujeres a desarrollar su carrera en el ámbito del marketing digital. Ha sido, asimismo, presidenta de D&AD.
Jordan-Bambach comentó que todo el trabajo que hace su agencia, independientemente de que se trata de campañas con fines comerciales o benéficos tratan de evitar por completo las barreras y estereotipos de género. A continuación, enumeró cuatro ideas, a modo de recomendaciones, sobre el trabajo creativo en comunicación de marca. Fueron estas:
-Una idea ambiciosa y valiente te saca del territorio de los anuncios y te coloca en el de la cultura. Puso como ejemplo la iniciativa de la cervecera Tiger de dotar a alguno de sus camiones de reparto de un sistema ideado por un joven ingeniero indio que recoge algunos elementos de la polución al aire y los transforma en tinta.
-Adéntrate en lo desconocido y deja que sucedan accidentes afortunados. La afirmación se refiere, según explicó la ponente, a la conveniencia de abandonarse en lo posible al juego, a la improvisación y a la sorpresa, de no planearlo todo al detalle.
-Rompe las reglas y no tengas miedo de no dar la respuesta correcta.
-Hay que tener el valor de escuchar. Jordan-Bambach comentó que con ello se refiere a que hay que estar dispuesto a aprender de los que realmente conocen una situación, a que hay que tener una actitud abierta frente a la sabiduría ajena o a la información que puedan dar otros. Para ilustrar esta cuestión puso como ejemplo una campaña llevada a cabo en India a partir de la información obtenida de los maestros. Las manos son allí un notable transmisor de enfermedades entre la infancia; los niños comen con ellas, según es costumbre, pero no se las lavan como es debido y eso contribuye a que se produzcan infecciones. Como las tizas son todavía material de uso generalizado en las escuelas del país, un fabricante les ha añadido jabón para que este limpie bien las manos de los niños cuando estos se las lavan.
“El valor, el coraje, el juego, el aprovechamiento de lo accidental…”, dijo la ponente son capacidades humanas que no están al alcance de los robots. Piensen en algo valiente que puedan hacer mañana”.